La lucha contra la corrupción es un esfuerzo de todos los días. En el marco del día internacional que conmemora la lucha incansable que todos los agentes de la sociedad realizan para eliminar la corrupción en todas sus formas, resulta relevante recordar la importancia del liderazgo en este proceso. Para lograr resultados relevantes y positivos, el liderazgo debe de ser asumido por todos, incluido el sector empresarial.

Hoy estamos ante un mercado más consciente, comprometido y responsable. Uno preferente de aquellas empresas que trabajan en la prevención y mitigación de problemáticas como lo es la corrupción. La globalización y tendencias mundiales hacen que estos esfuerzos sean de primordial importancia para una región como lo es Latinoamérica. Una región a la cual se le exige con mayor apuro la reducción de porcentajes de soborno, extorsión y otras formas de corrupción para así ofrecer un mercado más transparente al mundo y las consecuencias positivas que esto conlleva. Para lograrlo, está comprobado que se necesita un esfuerzo integral de todos los sectores de la sociedad, capaces de influir de manera general en este objetivo que los une, asumiendo liderazgo en el área o sector que se desenvuelven, incluyendo sus cadenas de suministros.

Guatemala no cuenta con una buena calificación cuando se trata de medir la corrupción en los países del mundo, tal y como lo muestra el índice de la Percepción de la Corrupción, elaborada por Transparencia Internacional, todos los años. Para Guatemala, sus ciudadanos, empresas e instituciones públicas, la corrupción resulta un riesgo inherente que es necesario mitigar y en la medida de lo posible, erradicar. Es un riesgo país que afecta a la productividad, competitividad y desarrollo de nuestro país. Uno que afecta a los más vulnerables y aumentando, como consecuencia, las desigualdades sociales.

Conscientes de esto, el Pacto Global de las Naciones Unidas ha impulsado como uno de los temas primordiales para trabajar en Guatemala, la promulgación y fomento de las mejores prácticas en materia de cumplimiento, ética y transparencia empresarial, a través del desarrollo de políticas y procedimientos desde el sector privado, para lograr una economía más transparente. El compromiso del Pacto Global de las Naciones Unidas es promover la importancia y relevancia del involucramiento del sector empresarial del país, en la prevención de la corrupción, a través de la implementación de políticas y mecanismos que reduzcan el riesgo de que ésta se materialice, creando Programas de Ética y Cumplimiento efectivos.

Comprometidos con el Principio No. 10 “las empresas adheridas trabajan contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno” los miembros de Pacto Global, asumimos el liderazgo, de guiar con el ejemplo a través de la creación de un Programa de Ética y Cumplimiento interno y brindando herramientas de guía para la correcta implementación de estos Programas en las organizaciones, apoyando integralmente en su gestión. Con estos esfuerzos, como Pacto Global, estamos convencidos, que apoyando al fortalecimiento empresarial en este sentido logrará un impacto positivo para el país en general.

El liderazgo y compromiso de los guatemaltecos desde cada uno de sus sectores y áreas de trabajo contribuirá a erradicar la corrupción, desde la prevención y mitigación del riesgo de ocurrencia. El esfuerzo individual y colectivo en este sentido, con el apoyo de una estrategia integral de Pacto Global de Naciones Unidas, ayudará alcanzar el objetivo que nos une a todos como sociedad: fomentar la ética y transparencia. Brindándole a nuestro país más y mejores oportunidades.