Todos sabían que iba a ganar la Presidencia de la República, por eso fue que lo mandaron a asesinar. Las líneas de ese actuar parecieran ser parte del actual proceso electoral, pero era 1979, cuando en una aparición televisada, Manuel Colom Argueta, el alcalde de Guatemala de 1970 a 1974, exigía al gobierno la inscripción de su partido, el Frente Unido para la Revolución (FUR), una organización de izquierda con la que pretendía competir para la Presidencia de Guatemala.

Colom Argueta tenía una buena visión del país, con un liderazgo nacional muy fuerte, muy querido en la universidad y en el mundo profesional. Pero no por sus opositores, que no compartían sus ideas de izquierda y esa fue la razón de su muerte.

Creían que Colom Argueta era capaz de hacer grandes cambios para Guatemala, como lo que había hecho en la ciudad: El Anillo Periférico, el colector gigante, donde cabía un jeep adentro, esa construcción resolvió los problemas de muchas zonas de la ciudad; el Plan Regulador Metropolitano, EDOM 1972-2000, que nunca se llevó a cabo por las oposiciones que tuvo. Era una ruta hacia dónde dirigir la vista para una organización urbana y cuyos objetivos eran: establecer las normas que regularan el desarrollo urbano de la Ciudad de Guatemala y su área de influencia urbana, así como precisar la competencia de las autoridades encargadas del control urbano, determinar las especificaciones y requisitos técnicos y fijar los procedimientos necesarios que debían seguirse para su aplicación. Las normas del reglamento son de observancia general y obligatorio para todas las personas individuales o jurídicas, públicas o privadas que habiten o realicen actividades que tengan repercusión en el desarrollo urbano de la Ciudad de Guatemala y su área de influencia urbana. Por lo que era necesario dictar normas que contempla una estrategia de inversión inmediata para el acondicionamiento territorial de la metrópoli.

Tras un proceso largo, finalmente el FUR fue inscrito y 14 días después su vida fue apagada, aquel 22 de marzo de 1979. Con lo que este marzo recién pasado se cumplieron 40 años de que la ciudad perdió a su último excelente planificador urbano.

Actualmente el país se ubica en la dimensión social con enormes brechas en los indicadores de nutrición, salud, educación, empleo y bienestar de la población. Con altos grados de violencia e inseguridad, con altas tasas de homicidios y feminicidios. La criminalidad existente es el resultado de un largo proceso de debilitamiento institucional, marginación y desigualdad y el desmantelamiento de las estructuras estatales que ejercieron la violencia durante el conflicto armado, lo que creó un vacío, que el Estado no ha podido sustituir, en beneficio de los grupos paralelos de poder y del crimen organizado y el narcotráfico, que ahora se muestran en primer plano en el proceso electoral actual. Es importante enfatizar que la complejidad de los desafíos descritos es una tarea que rebasó las intervenciones estatales en el último período de cinco años.

Entre las causas de la inseguridad en Guatemala se encuentran el no delimitar la región metropolitana y un análisis del proceso histórico de su estructuración administrativa, que ha permeado todo el aparato estatal por la delincuencia, “sin una política de seguridad estable, con jueces corruptos. Por tanto, su abordaje requerirá́ la intervención de los principales actores que debieran ser: el sector público, la sociedad civil organizada y la comunidad de cooperantes”. (ONU).