En estas fechas vale la pena hacer un breve recuento de lo que a mi criterio fueron decisiones acertadas de política pública y algunos retos por delante que el gobierno del presidente Morales no logró realizar. Empezaré por mencionar algunos logros importantes que me parece debemos reconocer a esta administración que está por concluir. Lo primero en materia de seguridad, nuestro país siguió avanzando, llegando a una tasa de 20.2 homicidios por cada cien mil habitantes.

Otro acierto importante que debo comentar es el haber alcanzado un crecimiento económico del 3.5% en este último año, lo cual supera las expectativas de muchos analistas debido a que varios países de la región están sufriendo un revés importante, como resultado de la baja en los precios de los principales productos de exportación. Considero que fue positivo el hecho de que la administración del presidente Morales no solo haya dado continuidad al Plan Nacional Katún, sino que también logró establecer una Política Nacional de Competitividad 2018-2032, que debería ser la guía sobre la cual se mantengan las principales líneas de acción en materia de aumento de la productividad y seguimiento a la agenda de desarrollo urbano. Se lograron avances importantes en materia de integración económica, especialmente con Honduras y se establecieron líneas claras desde la Cancillería, para fortalecer nuevas relaciones comerciales y diplomáticas con países de Asia y África.

En materia social, es clave resaltar la mejora continua en los inventarios de los principales insumos médico-quirúrgicos de los hospitales públicos del país. Se logró mejorar no solo el control de los mismos, sino asegurar el abastecimiento, incluso logrando ahorros importantes de hasta US$80 millones para el Estado, solo con el simple hecho de generar mejores prácticas administrativas y sistemas de compras basadas en mediciones estadísticas.

Por último, en materia educativa, Guatemala comenzó a trabajar con la Ocde en las evaluaciones Pisa-D, para conocer el contexto de los estudiantes de 15 años, así como el avance de las ciencias, lectura y matemáticas, que esperemos pueda sentar las bases para mejorar los sistemas de enseñanza a futuro.

Está claro que el gobierno del presidente Morales deja mucho que desear, especialmente en materia de desnutrición crónica e infraestructura. Tan solo se construyeron 163 kilómetros adicionales de infraestructura vial, no se logró licitar la banda 4G y se ha caído en materia de infraestructura portuaria. Hubo algunos avances en materia de infraestructura aeroportuaria, por la cantidad de nuevos aeródromos que se lograron inaugurar, pero nuestro aeropuerto principal todavía tiene muchos retos a superar para poder lograr una mayor expansión y contar con más destinos con vuelos directos y mejores servicios.

El mayor desafío para Guatemala en materia de infraestructura vial, es salir del fallido sistema de contratación de obra pública tradicional y transitar a un modelo de cargos por disponibilidad, aprobando la Ley de Infraestructura Vial, donde el Gobierno pague por la obra pública en buenas condiciones y no siga alimentando el sistema de corrupción fallido que nos mantiene con una pésima red de caminos, calles y carreteras, donde el 60% de las mismas son de terracería.

Este gran reto, aunado a una mejora sustancial en materia de mejora de los servicios de movilidad y logística, son el principal reto no solo para el próximo Gobierno, sino que deberá ser una agenda conjunta de los alcaldes, especialmente del área metropolitana y de las ciudades intermedias.