En mi recorrido por Marruecos, algo que ha capturado poderosamente mi atención ha sido el relato de la intrigante historia de la ciudad de Ouarzazate. Hace cuatro siglos esta ciudad era el hogar del poderoso El Glaoui, pasha de Marrakech, quien durante el tiempo del protectorado se oponía al sultán. Hoy Ouarzazate destaca un extraordinario centro cinematográfico tipo Hollywood. Desde 1928 se habían empezado a filmar películas como Lawrence de Arabia.

Atlas Studios es hoy en día la meca del cine de África, convirtiéndose en un codiciado set donde grandes cineastas de Hollywood y de muchas otras partes del mundo prefieren llegar a rodar sus películas, por lo auténtico de su contorno histórico y cultural. De aquí han salido recientemente filmes como La Momia, Gladiador, Babel, Alexander, Asterix & Obelix, Mission Cleopatra, Game of Thrones y, más recientemente, Aladin 2.

Una de las grandes ventajas que los cineastas ven en estos estudios es que les suplen de todas sus necesidades de filmación. Además, se beneficia a toda una población durante dichos rodajes. El pueblo entero de Ouarzazate se involucra proveyendo alimentación, hospedaje, vestuario y servicios de transporte a los cineastas, y los actores locales también son tomados en cuenta. Cuando se rodó la película Gladiador, más de tres mil extras marroquís participaron.

Cuando Atlas Studios no tiene rodaje de por medio, se emplea como museo, para que los turistas se deleiten viendo diversos artefactos, vestuario, fotografías de actores y actrices, o los sets utilizados en dichos rodajes. Además, cuenta con un hotel cinco estrellas llamado Oscar´s Hotel, conjuntamente con su restaurante, que en tiempos de antaño fue una estación de correos, estación de policía y venta de tickets de transporte, y allí se hospedan personajes del cine de trayectoria mundial. El propio guía que nos atendió, vestido de berebere, con un traje árabe y turbante azul cian, nos mostró fotos suyas como actor a la par de grandes estrellas del cine de Hollywood.

Si nos preguntamos qué otros beneficios obtenemos de filmar en dichos estudios, además de la espectacular locación del desierto y sus magníficos sets, es debido a su ciudadela tipo fortaleza, el Kasbah de Ait Ben-Hadou, a 30 km del pueblo de Ouarzazate. Lo mágico de esta fortaleza que data de más de mil años de antigüedad es que no es réplica, sino un auténtico pueblo berebere preservado en el tiempo y declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Esta fortaleza, que nos atrae la vista desde lejos, se nos figura una imponente montaña con rocas que parecieran desprenderse peligrosamente. Sin embargo, del otro lado hay edificaciones con torres que parecieran castillos salidos de alguna leyenda árabe, con casas y tiendas empotradas en los muros, como venidos de la época medieval. El colorido de los trajes y ventas de collares y pañuelos contrasta con el color tierra de las edificaciones, y entre escondrijos y empinados senderos vemos parajes que nos hacen entrar en éxtasis al descubrir los secretos del lugar. Es aquí donde se han filmado escenas de películas como Jesús de Nazareth, entre otras.

Pensaríamos que todo esto debiera ser suficiente para atraer a fotógrafos y a cineastas a venir a esta región. Pero no lo es todo. Su límpido cielo se encuentra en este pueblo considerado la puerta al Sáhara, donde los atardeceres y las salidas de sol son de las más espectaculares que he visto en mi vida. Es quizás por la ausencia total de contaminación, donde la atmósfera yace pura. Bien haría Guatemala imitando este centro de cine con nuestro tema maya. ¿Lo creen una buena idea? Felicito al pueblo marroquí por ser tan visionario.