Vuelvo a tocar el tema que ahora amplió con la historia. Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días se pueden identificar cuatro momentos sobre el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe: migraciones transoceánicas, las migraciones internas ante crisis económicas en las décadas de 1930 y 1940, con las transfronterizas y con la globalización.

Desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX se movilizaron 55 millones de europeos, como válvula de escape. La segunda, la crisis económica de 1930, afectó al ámbito rural, generando una migración del campo a las ciudades. La tercera, por los conflictos políticos, económicos y sociales, generó una migración entre países fronterizos desde 1960. La cuarta se produce en las dos últimas décadas del siglo XX hasta la actualidad, y, según algunas estimaciones, ha movilizado en todo el mundo a más de 150 millones de personas que no residen en su país de origen. Según la Cepal (2004), para el 2000 vivían fuera de sus países de origen 20 millones de latinoamericanos.

La ONU estima que casi cuatro millones de haitianos, de 11.5 millones, padecen inseguridad alimentaria. Un quinto de la población, cerca de dos millones de personas, se han visto forzadas a emigrar. A finales del 2020, casi 70 mil residen en Chile con permanencia definitiva, y ahora viran muchos a USA, y son expulsados a su país de origen.

Guatemala tiene 1.205,644 emigrantes, un 6.85% en el ranquin de emigrantes; tiene un porcentaje de emigrantes medio que está en el puesto 99, de 195 en del ranquin. La femenina es de 609,824, un 50.58% del total de emigrantes, superior a la masculina, de 595,820, con el 49.41%. Los principales países de destino son Estados Unidos, donde va el 88.81%, seguido por México, con el 3.66%, y Belice, el 2.15%. La frontera de Chiapas con Guatemala es la región de destino de migrantes internacionales. En los últimos años, el número de emigrantes guatemaltecos ha aumentado en 88,289 personas, 7.9%. Los países de destino de los emigrantes es el territorio mexicano, sobresaliendo los que comunican a los departamentos de Huehuetenango y San Marcos con las vías de Chiapas. Estos también se entrelazan con las vías de El Salvador y Honduras, por lo que Guatemala se ha convertido en un puente de trasiegos de ilegales hacia México y Estados Unidos. Chiapas ha sido una zona que ha representado una proyección de la región noroccidental de Guatemala, en la cual los guatemaltecos, y también los centroamericanos, han encontrado un refugio económico y político, cuya frontera traspasan con mayor naturalidad.

Tras la reciente llegada de cerca de 15 mil inmigrantes irregulares a Del Río, ciudad fronteriza en el estado de Texas, el gobierno de Joe Biden propuso el 19 de septiembre un plan para acelerar las deportaciones de los recién llegados con una media de tres vuelos diarios.

Pero solo resolverán este problema si se aplica un plan de desarrollo de Cepal, con 10 mil millones de dólares al año durante una década. Los motivos de este fenómeno se vinculan con la falta de trabajo, la persecución político-ideológica, la inseguridad producto de la violencia, el narco, las extorsiones, la persecución étnica, problemas socioeconómicos, la búsqueda de oportunidades de empleo, educación y acceso a bienes y servicios.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo recientemente que su par estadounidense, Joe Biden, le informó que destinará US$4 mil millones en ayudas para Guatemala, El Salvador y Honduras, para frenar la migración forzada.