pluma invitada

Mujeres

Pensemos en algo diferente.

En Guatemala, en lo que se refiere a la política y la administración de la cosa pública, desde 1985  definitivamente vivimos, como diría Paco Pérez de Antón, “en la cultura del milagro, esa doctrina nunca escrita según la cual la creencia es más valiosa que la duda, y la esperanza más útil que la reflexión”. ¡Ojalá! En esta  democracia tropical en la que llevamos  cuarenta años quejándonos y para colmo  culpa a la injerencia extranjera, nos hemos polarizado,  lo que es muy peligroso. Hoy hay fachos y   chairos,  progresistas y ultraprogresistas, conservadores y ultraconservadores. De derecha, de izquierda y los gallo-gallina, del  “centro”. 

Estimados lectores, ¿ustedes qué piensan?

Esto no va a cambiar de la noche a la mañana y seguiremos criticando y quejándonos. Y los partidos políticos y sus candidatos  seguirán prometiendo un cambio que nunca llega y que  ni siquiera nos dicen cuál será ese  esperado cambio. 

Yo,  con 45 años de observar la política desde dentro, como Constituyente y como Ministro, y ahora como columnista de opinión y  como ciudadano, propongo, quizá utópicamente, “un cambio de verdad”;     sencillamente dar la gran oportunidad a las mujeres y que los partidos postularan   solo  mujeres a la presidencia. Para que dirijan el destino de la patria, pero no tras bambalinas o en la penumbra de la alcoba. Que lo hagan  desde la Presidencia de la República. Con todo el poder y con todas las responsabilidades.

Sé que saltarán mil voces gritando: ¡Pero eso es imposible! Yo creo que puede ser improbable o en apariencia inexplicable, pero no imposible. Es verdad que para que se dé este “cambio de verdad” solo lo pueden hacer los políticos, y   ellos, al menos la gran mayoría, tienen más ambiciones que convicciones, y también algunos   que  están muy contentos como están las cosas y no desean  cambio alguno.

Claro, la gran pregunta que surge es: ¿Quiénes podrían ser las candidatas? Pues, para no solo dar la idea, propongo también, por ahora, los nombres de seis posibles candidatas, aunque hay muchas más que, a mi parecer, podrían  jugar ese papel y llevarnos por fin al Cambio de verdad. Para empezar por el principio enunciaré los nombres de damas que bien podrían competir por la presidencia con méritos suficientes y que a mi parecer nos representarían muy bien:

María Antonieta del Cid de Bonilla: entre sus logros está ser economista, representante de Centroamérica en el directorio del Fondo Monetario Internacional, presidente del Banco de Guatemala y de la Junta Monetaria, gerente de varios bancos privados.

María Pacheco: bióloga de la Universidad del Valle, con maestría en Cornell University. Fundadora de “Kiej de los Bosques”, permite cada año a 500 mujeres mejorar sus ingresos. Además fundó “Wakami”. Ha sido galardonada por Incae, por Goldman Sachs, etc. Declarada una de las tres mujeres más influyentes de Centroamérica.  

Stephanie Melville: abogada y notaria que ha hecho historia en Guatemala al ser nombrada la primera directora de la Cámara de Industria de Guatemala. También fue la primera  directora del Consejo de Administración y vicepresidente de Cementos Progreso.

Raquel Zelaya: economista, exministra de Finanzas, catedrática universitaria, con estudios superiores en Administración Pública y Ciencias Políticas, secretaria presidencial de la Paz, fundadora de Asíes y activista pro derechos humanos.  

Connie de Paiz: ha sido presidente de la Asociación de Gerentes de Guatemala, presidente de Agexport. Dirige la empresa Panifresh, que distribuye sus productos en Guatemala, Centroamérica, el  Caribe, México y EE. UU.

Gloria Álvarez Cross: conocida politóloga, escritora, activista, presentadora de radio y televisión. Ha ofrecido conferencias por Hispanoamérica contra el populismo.

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