Israel y Hamás se han lanzado a una guerra abierta, después de una escalada de tensiones entre ambas partes, en las que hasta hoy han muerto 83 personas, de ambas partes incluyendo civiles. Las tensiones ya se habían ido acumulando durante semanas alrededor de Jerusalén, pero la chispa que encendió las brasas sucedió el lunes 10 de mayo, con serios enfrentamientos, al punto de que los expertos ven una perspectiva de guerra generalizada.

Durante décadas, israelíes y palestinos han competido por el derecho a determinar su propio destino en la misma franja de tierra. Su disputa ha dividido a millones de personas en todo el mundo, donde podemos encontrar dos posturas al respecto. Las hostilidades entre Israel y militantes palestinos en Gaza se ampliaron a una velocidad aterradora en los dos frentes, cuando oleadas de violencia multitudinaria se extendieron por las ciudades israelíes mientras cohetes y misiles pasaban por encima.

Esta es una herida abierta en el corazón de Medio Oriente que ha estado latente por décadas, generando odio y amargura engendrada durante generaciones. Durante más de un siglo, judíos y árabes han luchado por dominar la tierra entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Es importante considerar las implicaciones geopolíticas y la intervención de otros países en este conflicto, porque estos vectores podrían intensificar o atenuar la situación. En el caso de Estados Unidos, esta es la primera escalada militar de la era Biden. En teoría, no debería haber ningún cambio respecto de la política exterior sobre este tema, pero este país está en un momento difícil, con problemas propios, por el ataque cibernético a una importante red de oleoductos, lo que provocó caos y temores de una escasez de gasolina.

También es importante la postura de Irán y su tradicional apoyo a grupos de la resistencia palestina como el islamista Hamás. La Guardia Revolucionaria iraní aseguró en un comunicado que “cumplirá con su deber histórico y de manera más fuerte” y seguirá apoyando a la resistencia palestina “en la lucha contra el régimen sionista”. Irán lidera el llamado Eje de Resistencia contra Israel, que incluye a Hamás y al grupo libanés Hibzulá, así como a Siria, y presta respaldo a todos ellos.

Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, instaron hoy a Palestina e Israel a rebajar las tensiones en medio de la reciente escalada de violencia, una de las peores de los últimos años. Estos países reiteraron su “posición de principios” respecto de una solución del conflicto palestino-israelí acorde a las normas reconocidas del Derecho Internacional. Sin embargo, no puede tampoco obviarse la conocida animadversión de Erdogan a Israel. Irán, Siria, Turquía y sus aliados podrían sitiar a Israel en cualquier momento, evento que incluso está profetizado en las Sagradas Escrituras.

Hoy se celebra el 73 aniversario de la Declaración de Independencia de Israel, en medio de una gran escalada de violencia, muerte y destrucción. No deja de llamar la atención que lo que ocurre en Jerusalén afecta a todo el mundo, por ser un lugar santo para las tres religiones monoteístas más grandes del planeta, crisis que indudablemente tiene componentes religiosos y políticos, pero también un carácter profético.

Lo único que puede hacer la comunidad internacional sin tomar partido por ninguno de estos dos grupos, que al final de cuentas son hermanos, y ambos pueblos tienen sus razones y motivos, es elevar nuestras oraciones a Dios, para que se encuentre una solución justa y satisfactoria para ambas naciones, sin violencia, y sin más muertes de inocentes por delante.