Guatemala ha sufrido también las hecatombes arquitectónicas históricas. Con el terremoto de 1773, la historia nos indica que el capitán general Martín de Mayorga solicitó al monarca de España, el 21 de julio de 1775, trasladar Santiago de los Caballeros, destrozada por erupciones volcánicas, inundaciones y terremotos, con grandes pérdidas en templos y edificios públicos, así como casas particulares. Y ordenada en Aranjuez, el 23 de mayo de 1776, con lo que se extinguió Santiago y se decidió asentar la ciudad en el Valle de la Ermita. El primer cabildo se celebró el 2 de septiembre de 1776, y se adoptó el nombre de Nueva Guatemala de la Asunción. Los terremotos de 1773 se repetirían en los años de 1917 y 1976 que, en una madrugada de pánico, destrucción y muerte, su epicentro fue en la falla del Motagua, afectando a casi 30,000 km² y con cerca de veintitrés mil personas que fallecieron.

Además de los aspectos religiosos, la Semana Santa es un fenómeno de carácter sociocultural y turístico de gran importancia, como son las tradicionales procesiones en Guatemala y La Antigua, caracterizadas por las alfombras de aserrín, colorido y las andas (plataformas), donde van las imágenes religiosas llevadas en hombros. Los cortejos van acompañados durante todo el recorrido por bandas sinfónicas que interpretan marchas fúnebres. En Antigua llegan hasta 1.200,000 personas a este evento. Es una reunión familiar y de amistades, debido a la existencia del feriado en toda esta semana y que es aprovechado para ver estas procesiones, salir del país o ir a las playas, durante el período comprendido entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección. Una tradición que se vive en España y trasladada a Guatemala; ambas ahora rodeadas de aspectos políticos eleccionarios-

Entretanto, “en Guatemala, como en todo el mundo capitalista, manda el poder económico. La política, las ideologías, las religiones y la academia son sus subsidiarias. Esa es una verdad inquebrantable” (Plaza Pública). En la Municipalidad de Guatemala, desde el 2007, se instala el poder económico, después de los acuerdos de paz. Ahora se trata de reafirmar ese poder con Ricardo Quiñónez, concejal primero del Partido Unionista, con lo que pretenden sostener ese imperio municipal.

Guatemala necesita cambiar de rumbo a manos de un planificador urbano regional, que maneje esta región técnicamente, con una serie de planes existentes, como el EDOM, que expone “un ordenamiento territorial que expresa las previsiones para la organización y desarrollo futuro de la metrópoli” o zona conurbada. Es un documento técnico donde se indica la necesidad de contar con un ordenamiento territorial en el que se expresen las previsiones para la organización y el desarrollo futuro de la ciudad”.

El 9 de diciembre de 1986, según decreto 70-86 del Congreso de la República, se aprobó la Ley Preliminar de Regionalización, con el objetivo de promover el ordenamiento territorial y funcionamiento de los consejos regionales de desarrollo en el país, destacándose la Región Metropolitana, constituida por los 17 municipios del departamento de Guatemala. Las otras regiones fueron: Norte, Nororiente, Suroriente, Central, Suroccidente, Noroccidente y Petén. Con lo que Guatemala sufre todos los días la invasión de un millón setecientas mil personas, provenientes de los municipios aledaños y una densificación con la construcción anárquica de edificios en altura, generando problemas de tránsito.