La primera guerra: ¿Preocupa a Putin si Ucrania entra a la OTAN? La razón declarada es que una expansión mayor de la OTAN hacia el este representaría una amenaza a la seguridad de Rusia. Washington y sus aliados niegan que esa sea una preocupación válida, toda vez que ningún país de la OTAN está amenazando con usar la fuerza contra Rusia. Además, Putin quiere que la OTAN retire su presencia militar de Europa oriental, incluyendo una serie de maniobras militares en Lituania y Letonia (New York Times). Putin se opone también a la presencia de un sistema de defensa antimisiles de la OTAN en Rumania, otro país que estuvo bajo la esfera de la influencia soviética y de una base similar en desarrollo en Polonia, alegando que pudieran ser convertidos en armas ofensivas capaces de amenazar a Rusia.

La segunda guerra: Los migrantes. Mejorar las condiciones económicas. Esa es, en definitiva, la principal razón por la cual migran los guatemaltecos. “El país no ofrece las condiciones laborales ni económicas que fomenten el desarrollo integral de estas personas”. La pobreza, la falta de oportunidades de empleo, la desigualdad y la violencia empujan a muchos a salir. Tal decisión, sin embargo, conlleva el riesgo de ser deportado o, en el peor de los casos, a ser asaltado, violentado o incluso a morir en el intento. La crisis migratoria ya ha sido calificada por algunos sectores como un nuevo frente de guerra. La crisis migratoria en Europa ya ha sido calificada por algunos sectores como “un nuevo frente de guerra” que busca responder a la presión de Rusia ante la Unión Europea. En Guatemala, la emigración no es una opción ni un ejercicio de libertad, sino que, por lo regular, es una estrategia de sobrevivencia ante las pobres condiciones laborales y de desarrollo del país, pero a pesar de esto en tres años van dos mil 823 migrantes asesinados por los coyotes en los estados del sur de México en su viaje a Estados Unidos (Los Angeles Times).

La tercera guerra: La crisis energética y el aumento de precios. La crisis energética provocada por el cambio climático y el aumento de la demanda ya es una realidad. En algunas regiones, los precios del gas natural se han disparado, encendiendo las alarmas de cara al invierno boreal, época en la que hay una mayor demanda de energía para iluminar y para el uso de la calefacción y para la alimentación en países como Guatemala para las cocinas. Los gobiernos están bajo presión, algunos enfrentan apagones, han mantenido o incrementado la demanda del carbón, la fuente de energía fósil que más contamina, pero lo hacen en un intento por darle solución a las necesidades. El consumo de energía a nivel mundial para el año 2019 se dividió entre combustibles fósiles, es decir petróleo, carbón y gas natural, representando el 80% del consumo, mientras que la energía eólica solo significó el 2% y la energía solar tan solo el 1%. ¿Estamos realmente ante el comienzo de una crisis energética a nivel mundial? ¿Es esta una muestra de la necesidad de acelerar la diversificación de fuentes energéticas que ayuden a contrarrestar la demanda y a su vez sean más limpias para ayudar con el cuidado del medioambiente? El panorama de alta demanda, una producción al límite y en algunos casos poca capacidad de almacenamiento nos indica que lograr compromisos energéticos como algunos de los pactados no será fácil, pues ante la crisis y la necesidad se retoma el uso de combustibles fósiles como el carbón, que es el que usan los campesinos, generando el problema de la deforestación.