En el pasado nos hemos venido enredando en una telaraña de ingobernabilidad, y en vez de progresar nos hemos ido años luz para atrás. Nos ha faltado tanto certeza como seguridad jurídica en todos los ámbitos, pero en especial para afianzar la inversión nacional y extranjera. Por ende, nos ha faltado el fortalecimiento del Estado democrático de Derecho y mucha más solidaridad con los sectores más desfavorecidos.

Reflexionemos en cuanto al medioambiente, el Estado ha dejado el tema en el último plano de sus prioridades, tal y como lo hacen algunas potencias mundiales, cuando debiera estar en el primero, pues es la única manera de garantizar una buena calidad de salud y de vida para todos. Por ende, nos ha faltado prestarle mayor atención a la reforestación, a detener los incendios forestales y las invasiones en áreas protegidas. No hemos resguardado nuestro patrimonio natural y cultural y el presupuesto para ello es casi inexistente.

Reflexionemos. Tenemos un gran problema con los plásticos y la basura en general: un lago casi convertido en cloaca y otro maravilloso lago que no hemos sabido sanar. Un río Motagua que lleva tal cantidad de desechos que han llegado hasta Honduras, y eso sin contar la tremenda deforestación de mangle que vemos en la Costa Sur. Los problemas son gravísimos y no podemos seguir postergándolos.

Reflexionemos. Si de verdad queremos a Guatemala, dejemos de crear basureros clandestinos. Los alcaldes ya podrían estar transformando su basura en energía. No hay quien no proteste por la falta de agua. Sin embargo, la ley de aguas se ha quedado en el tintero. Deben haber sanciones que desincentiven a las empresas e industrias a seguir contaminando y colocar fosas sépticas en las áreas residenciales, comercios, y plantas de tratamiento en todos los municipios.

El Organismo Judicial debe contar con normas de cómo comportarse ante casos de impunidad, para que finalmente lleguen a sentencias. Deben procesar casos alejados de la arbitrariedad, pues recordemos que si no se procesan casos similares con un mismo criterio, saldrán resoluciones contrarias en casos casi exactos, y eso trae conflictividad.

Esperemos que el próximo gobierno cuente con un plan coherente con la realidad del país, que lleve un modelo de desarrollo económico que ayude a combatir la pobreza. En especial, necesitamos una juventud comprometida e involucrada en estos temas, que serán cruciales para su futuro.

Recientemente Foro Guatemala presentó esa Agenda Mínima, y en Asíes se presentó el proyecto Guatemala Camina: Pasos urgentes para un buen gobierno que busca contribuir a la formulación de políticas públicas orientadas al bien común. A este proyecto se le debe prestar toda la atención del mundo y los nuevos mandos que asuman el poder este 11 de agosto debieran implementarlo. Se trata de un aporte para los sectores público, privado, social, político y académico, y su adopción e implementación coadyuvará al impostergable proceso de transformación del país. Si vamos en búsqueda del desarrollo sostenible, sustentado en principios de economía social y ecológica de mercado, veremos que un proyecto de nación como este puede ayudar a que contemos con un eficaz Estado de derecho y un auténtico sistema democrático.

Si existen estudios y propuestas puntuales que buscan superar los principales desafíos que hoy enfrenta Guatemala, ¿qué estamos esperando? Hemos dejado a nuestro pueblo abandonado pero podemos proponer esta Agenda Mínima al candidato que gane las elecciones. Hoy vea Los secretos mejor guardados, por Guatevisión, 14.30 y 22 pm.