Luego de la cruenta batalla en los llanos de Urbina —Quetzaltenango— con el ejército Quiché comandado por Tecún Umán —uno de los señores de la ciudad de Utatlán—, Pedro de Alvarado fundó, el 25 de julio de 1524 en Iximché, capital cakchiquel, la ciudad Santiago de Guatemala, hoy Antigua Guatemala, bajo la advocación de Santiago Apóstol.

Santiago fue uno de los apóstoles más cercanos a Jesús de Nazaret. Se le conoce como Santiago el Mayor, para distinguirlo del otro Santiago, miembro de los 12. Nació en Betsaida —Galilea— y murió en Jerusalén —Israel—; se le conoce como Matamoros, el Mayor, el hijo de Zebedeo. En hebreo su nombre es Jacob, que mutó a Jacobo, Iago, Yago, Tiago, Thiago, Diego, Jaime, James, Jim, Jimmy, Jacques y Jackes. Se le representa vestido de peregrino o como soldado montado un caballo blanco en actitud de lucha; sus atributos son la Concha de Vieira y la Cruz de Santiago.

Es Santo Patrono de España y Portugal, así como de ciudades y pueblos fundados en el Nuevo Mundo: EE. UU., México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Cuba, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina, Chile y Guatemala.

En el marco de las celebraciones patronales y el resultado de las recientes elecciones generales, en las que se eligió autoridades municipales, el Consejo Cívico de Vecinos de La Antigua Guatemala (Concive) ha programado un encuentro público con los vecinos electos que integrarán el Concejo Municipal y su alcalde, Víctor Hugo del Pozo. Para eso hizo un primer acercamiento y seguidamente entregó invitación por escrito a cada uno de ellos. El objeto de esa iniciativa es conocer sus planes, exponer nuestras expectativas y ofrecer colaboración y apoyo.

Concive surgió en el 2006, en torno al Esquema de Plan Ordenamiento Territorial preparado en la Unidad Técnica de Desarrollo Municipal, en el 2002. A las asociaciones que coadyuvaron a su formulación —Salvemos Antigua y Diego de Porres— preocupó que las autoridades no lo aprovecharan, como en efecto fue. Por eso, ese conglomerado de comités, asociaciones y vecinos propicia la conservación y desarrollo de la ciudad mediante acciones públicas, tendentes a mantener vigente ese interés y sus postulados.

Para la campaña electoral del 2015 formuló una agenda mínima que presentó a los candidatos a la alcaldía durante un foro, requiriendo su aceptación. Desde luego, todos firmaron. A ese esfuerzo se sumó el Grupo Impulsor de Antigua, que a solicitud de la entonces alcaldesa electa, Susana Asensio, preparó un amplio estudio que identificó y enunció los más importantes problemas a ser atendidos, junto a su solución.

A ese aporte gratuito de los vecinos durante la actual administración se sumó el contrato para preparar planes de ordenamiento territorial para los cuatro municipios incluidos en la Ley Protectora —Ciudad Vieja, Jocotenango, Pastores y LaAG—. Para eso el Programa Nacional de Competitividad obtuvo un préstamo de $10 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo. A la empresa contratada pagó $3.5 millones, pero ante su característica opacidad, queda claro que esos cuatro planes costaron los $10 millones del préstamo que las próximas generaciones de guatemaltecos habremos de pagar, con el agravante que hasta el día de hoy la municipalidad antigüeña, pese a haber recibido el trabajo, lo ignora.

La existencia de esos planes habrá de tratarse durante el encuentro propuesto —en fecha por definir—, en concordancia con lo estipulado en la ley protectora y el papel que corresponde al Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala.