Se deben implementar proyectos de tránsito que aporten beneficios concretos al conjunto de la región en materia de infraestructuras, interconectividad, desarrollo social y de sistemas en materia de transporte de personas y de bienes a zonas residenciales.

El transporte de carga y de personas se articula sobre múltiples corredores logísticos de naturaleza regional y, a pesar de los avances registrados en los últimos años en materia de inversiones en conectividad vial y mejoras de infraestructura especializada, tal asunto sigue estancado.

En este sentido, se definen los principales ejes viales para la región, en donde se debe mejorar el estado de sus infraestructuras con el objetivo de mejorar la conectividad interna y de un corredor interoceánico con un conjunto de tramos carreteros considerados ramales y conexiones complementarias entre ciudades.

En cuanto a la calidad vial y usos del suelo, se carece de sistemas viales que definan el ordenamiento territorial donde se defina la calidad del uso del suelo y el tipo de arquitectura, dependiendo del uso del suelo. Ejemplo: vivienda, educación, centros comerciales, recreación y diferentes tipos de fábricas.

En cuanto al consumo de combustible, se observa desde el inicio de la guerra de Putin una evolución del consumo y del precio del tipo de combustible. Y con esto los comestibles.

La mayoría de los combustibles, el diésel, la gasolina superior y la gasolina regular presentan un consumo relativamente constante a lo largo del período y un aumento del consumo y los precios.

Además, la contaminación sonora del tránsito produce un conjunto de sonidos ambientales nocivos al oído, en que el ruido, como parte de la contaminación ambiental, afecta seriamente la capacidad auditiva, provocando el envejecimiento prematuro del oído, sordera y daños irreversibles al sistema auditivo. Los efectos nocivos del ruido sobre la salud van desde las alteraciones cardiovasculares, falta de concentración, aumento del estrés, síndromes de depresión y del sueño, generando la disminución de la calidad de vida.

Además, tenemos la calidad del suelo en que se mueve el sistema. Por ejemplo, el incidente que se reportó la noche del lunes 13 de junio, en que vecinos denunciaron retumbos en el sector de Villa Nueva, cuando se formaron grietas en el kilómetro 15, ruta al Pacífico, jurisdicción de Villa Nueva. Personal de la Municipalidad de Villa Nueva inspeccionó el área. Y se encontraron con un gran agujero.

El 1 de agosto se cumplen 49 días de ese hundimiento vial, donde el paso se mantiene cerrado y se ha prohibido la circulación del transporte pesado en el puente Tejada Wyld. Las autoridades del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) continúan trabajando. Sin embargo, los avances han sido lentos y no se sabe cuándo se habilitará la ruta.

Por aparte, el CIV informó que resultados preliminares del estudio que se realiza en el hundimiento, confirman la existencia de una falla geológica y daños en el colector secundario. Además, la existencia de cavernas en el subsuelo.

Anuncian trabajos de excavación estructural controlada para tener un adecuado acceso al nivel en que se detectó la tubería colapsada, pues está dentro de una falla geológica.
Un grave error fue al situar ese tipo de tránsito cuando existen planos de la ciudad Guatemala asentada dentro de fallas geológicas.