El mundo sigue luchando contra el covid-19, hasta la fecha se han registrado 103.13 millones de casos en todo el mundo. Más de 2.2 millones de personas han fallecido a causa de la enfermedad en una de las pandemias que más ha afectado a la humanidad desde principios de siglo. A nivel global vemos a países como San Marino, Bélgica, Eslovenia, Reino Unido y República Checa, que han tenido más de 1,500 personas fallecidas por cada millón de habitantes. En el caso de América Latina, los países que más han sufrido son Perú, México, Panamá, Argentina y Brasil, con más de mil fallecidos por cada millón de habitantes.

No cabe duda de que, en el caso de Guatemala, con menos fallecidos por cada millón de habitantes incluso que Costa Rica, tomó medidas importantes desde el inicio de la enfermedad, como el uso generalizado de la mascarilla, el lavado de manos constante y continuar el distanciamiento social.

Ahora bien, esto no significa que todo en nuestro país vaya bien. Todavía no hemos empezado a vacunar y en eso sí que vamos tarde. Según lo anunciado por el presidente Giammattei el fin de semana, “la oficina del mecanismo Covax les informó que fue asignado el primer lote de vacunas contra el covid-19 para Guatemala, que consiste en más de 800 mil dosis que llegarán a nuestro país entre mediados y finales de febrero”. Al contrastar esta cantidad con lo que ha anunciado Bolivia, que espera recibir un millón de dosis, o Colombia, 4.4 millones de dosis, pareciera que para nuestro país es poco todavía. Esto, tomando en cuenta que por lo menos deberíamos pensar en vacunar a un 60% del país, que representa al menos 10 millones de personas.

Ahora bien, el gran desafío será que Guatemala no solo logre recibir las vacunas por el mecanismo Covax, sino que se comience a comprar directamente por parte del Gobierno y que se generen las autorizaciones necesarias para que empresas privadas también puedan comenzar a importar. Muchas de las empresas internacionales que producen las vacunas han dicho que podrán comenzar a negociar directamente con privados, tal vez en el último trimestre del 2021, lo cual genera una gran presión para saber cuándo y cómo se podrá vacunar la fuerza laboral en nuestro país, suponiendo que la primera línea y personas con mayor riesgo recibirán la vacuna en los próximos días de marzo con el mecanismo Covax.

A nivel global, sinceramente el proceso de vacunación va sumamente lento. Para ponerlo en perspectiva, únicamente Israel que ha logrado vacunar al 54% de su población; Gibraltar, al 38.2%; Seychelles, 31.38%; y el caso de Emiratos Árabes Unidos, que ya logró vacunar al 32% de su población, el resto de los países no ha sido capaz de vacunar ni siquiera al 15 por ciento de sus habitantes.

El gran reto es la capacidad de producción de las empresas que fabrican la vacuna y la logística para poder llevar a cabo el proceso de vacunar a la mayor cantidad de personas. Para hablar de una recuperación económica es urgente pensar que este año y todo el 2022 una de las prioridades más urgentes del Gobierno debe ser la vacunación contra el covid-19.

Va a llegar el momento en que muchos países probablemente van a pedir una vacuna para poder viajar a otros países, como se hizo en su momento con la fiebre amarilla. Existen sectores económicos, como el turismo, que tendrán una recuperación lenta, y es por ello tan importante que se le dé la prioridad que merece al proceso de vacunación y que podamos pronto comenzar a inmunizar a la población de esta terrible enfermedad.