Y dale con lo mismo. disculpen los lectores y la sociedad, pero tenemos la obligación de insistir ante las autoridades acerca de la urgente necesidad de aplicar cambios sistemáticos, no circunstanciales, para alcanzar metas concretas, con esfuerzo, voluntad y responsabilidad, contra repugnantes hechos violentos que a diario impactan el corazón del guatemalteco honrado, no obstante los acertados golpes a estructuras criminales de todo calibre, ejecutados por la CICIG, el Ministerio Público y el Ministerio de Gobernación con sus diversas policías, con el apoyo del Organismo Judicial. La población decente aplaude esta acción contra desequilibrados mentales que siguen manchando con sangre inocente nuestro suelo patrio. Lo entes investigadores al parecer necesitan más presupuesto y personal, para cubrir todo país. La CICIG está ya en Quetzaltenango.

El pueblo sufre extremo estrés cada mañana, con las noticias de elevados saldos trágicos; unos, por inseguridad y violencia, y otros, por el violento tránsito causado por pilotos abusivos de buses del servicio colectivo, de tráileres y demás vehículos, quienes tradicionalmente irrespetan leyes y reglamentos, con el compadrazgo de jefes y policías gubernamentales y municipales. Numerosos casos no salen a luz pública, por poco espacio en los medios o falta de necesarias denuncias de las víctimas.

Continúan los robos, asaltos, secuestros, extorsiones y asesinatos. Los extorsionistas con libertad colocan en comercios y autobuses, pintas, logos, enormes carteles con textos y listones con colores, en señal de pagos cancelados o insolventes. Solo falta que extiendan facturas. La Policía debe continuar su lucha contra estos antisociales; sugerencia simple, anunciar la presencia de agentes diestros, sin uniforme y bien armados, en mercados, camionetas en marcha, estacionamientos, comercios y demás sitios conflictivos. Alerta muy importante, pues los rodea la cobardía. Algunos diputados insisten en la pena de muerte.

Los organismos Ejecutivo, Judicial, y Legislativo, ahora más que nunca, están comprometidos, deben borrar el pasado, actuando constitucionalmente para que todo el peso de la ley, aplicando el debido proceso, caiga sobre estos salvajes que siguen sembrando terror, corrupción y muerte, y viviendo fácil con dinero ajeno. Tarde o temprano caerán en prisión o en cementerios, pero mientras tanto ¿Qué?. El país urge de seguridad, paz y trabajo. El cambio es irreversible. Gobierno y pueblo están comprometidos.