Volando de un punto a otro —dentro del territorio estadounidense— tuve tiempo hace unas semanas para reflexionar y analizar mis pensamientos mientras veía en el horizonte cómo el sol rayaba el cielo de color rosa y naranja y cómo se hundía detrás de las nubes que dominaban el paisaje. Un mundo bello que nos estamos dedicando a destruir. Pensé si realmente íbamos a poder detener la amenaza más grande a la que la humanidad se está enfrentando: el cambio climático.

Durante ese viaje, tuve la oportunidad de dar una plática sobre este tema en Principia College, en Elsah, Illinois. ¡Qué sorpresa me llevé viendo la avidez de los estudiantes en querer saber lo que ocurre en las negociaciones de alto nivel durante las Conferencias Marco de Cambio Climático promovidas por Naciones Unidas! El nivel de preguntas de los estudiantes me dejó sorprendida, porque son chicos que se documentan, leen y participan y no se dejan llevar por lo que se maneja en los medios. Esto es quizás gracias a Nick Johnson, el catedrático de Modern Climate Change a cargo del tema en la Universidad, quien abre el telón para que los mismos estudiantes hagan sus análisis y confirmen sus hipótesis por medio de investigaciones serias.

Digo esto porque pareciera que la política estadounidense influye para que millones de norteamericanos piensen que el cambio climático no existe o es “un cuento chino”. Lo normal es ver a muchos estadounidenses de todas las clases socioeconómicas mofarse del tema. Aducen que se trata de un asunto cíclico que ocurre cada ciertos años. No se dan cuenta de que estos graves trastornos climáticos (megatormentas) no debieran estar ocurriendo en nuestros tiempos. Somos nosotros los que hemos provocado que la temperatura del aire, superficie del planeta y las aguas del mar se estén recalentando, ocasionando estragos climáticos a nivel mundial.

Cuando Camilo me entrevistó por CNN y me preguntó qué tenía que decirle a los “no creyentes” del cambio climático, me pareció divertida la pregunta. Es como preguntarle a los “no creyentes” si creen que 2 más 2 son cuatro.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), compuesto por los científicos más acreditados, ha proporcionado en su último informe la más reciente evaluación de un calentamiento global de 1.5 °C en lugar de 2 °C. La diferencia entre estos dos números es de apenas medio grado, pero un aumento de 2 °C en la temperatura media mundial conduciría a los peores impactos globales y regionales, detonando que 420 millones de personas estén expuestas a olas de calor severas. De tal forma que el mundo ya solo tiene una década para poner al cambio climático bajo control.

Lo atemorizante es que las emisiones globales muestran pocos signos de desaceleración y los Estados Unidos, el segundo emisor de dióxido de carbono más grande del mundo, ha hecho retroceder una serie de medidas climáticas que existían en la era de Obama. De seguir así, para el año 2030 estaremos en 1.5 °C más de temperatura de los niveles preindustriales, pero si llegamos a 2 grados más, el nivel del mar se elevará a 4 pulgadas y 99% de los arrecifes de coral desaparecerán de la faz de la Tierra. Si queremos un mundo aún vivible, requerirá que como civilización nos volquemos a una transformación rápida y de gran alcance, y de una magnitud nunca antes vista en el planeta. Si Ud. es político, comerciante, empresario, oficinista, ama de casa, catedrático, estudiante o ciudadano de a pie, ponga su granito de arena, y efectúe los cambios. Hoy, Los secretos mejor guardados, por Guatevisión, 2.30 pm.

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