editorial

Acuerdo confirmado renueva expectativas

La ratificación es un punto de partida para renovadas expectativas y estrategias productivas.

Aunque el pilar comercial del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) lleva más de una década en funcionamiento, ayer se produjo la ratificación integral de dicho tratado por parte del Consejo Europeo: un suceso histórico y de enorme relevancia para las perspectivas de negocios e inversiones entre ambas regiones. Como la propia UE lo señala en su comunicado de prensa, se trata de algo muy superior a un tratado de libre comercio, pues abarca aspectos de cooperación y diálogo político en favor de la gobernanza y la democracia, además de propiciar el desarrollo económico y el crecimiento productivo.


Entre 2013 y 2023, el comercio bilateral entre la UE y Guatemala se ha incrementado notablemente. De hecho, Europa es el cuarto mayor socio comercial y también el cuarto proveedor de materias primas. La inversión procedente de la UE fue equivalente a un 8.6% del producto interno bruto guatemalteco. El aceite de palma y el café guatemaltecos son dos de los productos con mayor incremento de exportaciones. Es por ello que la ratificación del acuerdo total constituye un nuevo espacio de oportunidad y abre una nueva era de competitividad para todo el Istmo.


Es necesario destacar la importancia que ha tenido el Sistema de Integración Centroamericana (Sica), como ente aglutinador de esfuerzos conjuntos. El proceso no ha sido corto, ni sencillo, pero sí progresivo e integral, ya que no solo pesa el interés económico, sino también el fortalecimiento institucional y la protección de los derechos ciudadanos. Por supuesto, cada uno de los países vinculados con el Acuerdo de Asociación ha tenido su propio proceso de adecuación legal, diálogo gubernamental y con el sector privado, a fin de alcanzar términos óptimos.

“Este es el paso final del proceso de ratificación del acuerdo, a través del cual la UE y Centroamérica se comprometen a fijar una relación de largo plazo en varios ámbitos”, señala el comunicado del Consejo Europeo, el cual destaca el hecho de ser una negociación entre bloques multinacionales. Ello implica un alto nivel de colaboración basada en valores, principios y objetivos comunes, sobre todo en lo relativo “al impulso de la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible, las buenas prácticas de gobernanza y el estado de Derecho”.


Para tener una perspectiva de la profundidad y complejidad de esta negociación es necesario destacar que las primeras conversaciones para el acuerdo se dieron en 2007, pero no fue sino hasta 2010 que empezaron a darse pasos institucionales sólidos para su consecución. En 2013 se comenzó a aplicar el acuerdo económico, a fin de propiciar la prosperidad productiva. En agosto de ese año se adhirieron Honduras, Nicaragua y Panamá; en octubre, Costa Rica y El Salvador. El 1 de diciembre de 2013 se sumó Guatemala.


Aunque la ratificación se dio ayer, la cooperación y la ayuda humanitaria de la UE han sido constantes, sobre todo el apoyo ante impactos del cambio climático y en programas para atajar la inseguridad alimentaria. Así también están en marcha proyectos de preservación de zonas forestales, el impulso de la silvicultura y agricultura sostenibles, además de programas para potenciar las micro y pequeñas empresas con enfoque comunitario. La plena vigencia del Acuerdo de Asociación CA-UE ocurrirá cuando los Estados sean oficialmente notificados de la decisión del Consejo. No obstante, para efectos prácticos, la ratificación es un punto de partida para renovadas expectativas y estrategias productivas.

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