EDITORIAL

Confesiones, fallos y el juicio de la historia

A manera de alivio cuando falla la búsqueda de sanciones por corrupción en los tribunales de justicia, se dice con resignación que ciertas personas “no escaparán del juicio de la historia”.

Si algo robaron los exministros de Comunicaciones Alejandro Sinibaldi y José Luis Benito al pueblo de Guatemala fue tiempo, costo de oportunidad y opciones —hoy pretéritas y, por ende, perdidas— de mejora en infraestructura de competitividad nacional. Obras inconclusas, tratos desventajosos, negociaciones a espaldas de la ciudadanía y endosos de excusas reflejan la calaña de sendas gestiones. Con frecuencia, a manera de alivio cuando falla la búsqueda de sanciones por corrupción en los tribunales de justicia, se dice con resignación que ciertas personas “no escaparán del juicio de la historia”. Los resultados están a la vista y bíblicamente se puede recordar la axiomática frase: “Por sus frutos se conoce el árbol”.

Muy barato le salió al exministro José Luis Benito admitir un delito dentro del caso de los Q122 millones en efectivo hallados en 22 maletas en una casa de Antigua Guatemala que supuestamente tenía conexión con él. Estaba acusado de lavado de dinero, pero la jueza Abelina Cruz le cambió el delito por el de “conspiración para lavado de dinero”, y solo en relación con Q1 millón. Por esa “confesión” le impusieron dos años de prisión conmutables y una multa de Q150 mil. Ante el reclamo ciudadano, el MP apeló y una sala intentó ampliar la sentencia, pero su fallo fue revertido. Ojo, Benito no salió inocente: es convicto y confeso. Por menos han enjuiciado a otras personas y el MP ha pedido penas de 20 años.

Aún está pendiente para Benito el proceso por el lesivo contrato del libramiento de Chimaltenango, construido durante su gestión y en el cual está señalado de haber favorecido a una empresa, al influir en la licitación. Los resultados del adefesio están a la vista y son ampliamente perjudiciales para el pueblo de Guatemala. Quien sabe y tenga suerte con otra ganga de admisión de cargos como premio de consuelo.

En el caso del libramiento fue notorio el cambio del fiscal a cargo de la pesquisa inicial y de la acusación. Eduardo Pantaleón, quien fue perseguido por el MP por supuesto incumplimiento de deberes. Tales cargos fueron desestimados por un juez la semana última. Entretanto, el exministro y exdelfín presidencial del extinto Partido Patriota Alejandro Sinibaldi fue librado de cuatro delitos —asociación ilícita, cohecho pasivo en forma continuada, financiamiento electoral no registrado en forma continuada y lavado de dinero u otros activos en forma continuada— por fallo de —qué coincidencias de la vida— la jueza Abelina Cruz, quien ordenó el sobreseimiento del caso para el exministro, aunque su exasistente y cuyo testimonio originó el proceso se encuentra en prisión por el mismo caso.

El exministro Sinibaldi culpó de la persecución a la exfiscal Thelma Aldana y al excomisionado Iván Velásquez, a quienes señaló de fabricar el caso por intereses políticos. En julio del 2023, el exministro por poco y queda libre del caso Odebrecht, gracias a que el MP decidió desechar la declaración de los exdirectivos brasileños acerca de los supuestos sobornos entregados a Sinibaldi y también al excandidato Manuel Baldizón. El MP citó a los brasileños para venir al país a declarar en febrero, y todavía los están esperando. El juez Juan José Texaj decidió que con ello quedaba sin sustento la acusación de lavado de dinero, asociación ilícita y cohecho pasivo, y por ello no lo envió a juicio. Pero en septiembre del 2023 se reactivó la causa por orden de una sala de Apelaciones. Este escandaloso caso apuntaba también a más de cien diputados de la legislatura 2012-2016 que aprobaron el millonario préstamo, supuestamente tras haber recibido coimas. Quizá el MP mande a requerir información al Congreso después de varios años, así como lo hace ahora con el caso de las vacunas rusas.

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