EDITORIAL

Transparencia siempre ofende a mafias

Las cifras son elocuentes, tanto cuando se denuncia dispendio en el gasto de los recursos de los contribuyentes como cuando hay procesos de transparencia y calidad del gasto que permiten ahorros notorios gracias a la utilización de mecanismos de verificación internacional. Uno de estos casos es el apoyo prestado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) a las compras de medicinas del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, a pedido de esta institución. Tan solo este año, el ahorro ha sido de Q1 mil 27 millones, lo cual se suma a las eficiencias logradas desde 2016, cuando comenzó esta cooperación.

Unops ha realizado adquisiciones de medicamentos, material médico-quirúrgico e implantes cocleares, mediante concursos internacionales que aseguran mejores precios. Por una parte esto conlleva un sentido de alivio para las finanzas del Seguro Social; por otro, conduce a cuestionar los mecanismos previos de compra de medicinas, puesto que los actuales excedentes iban antes a dar a los bolsillos de operadores y proveedores que inducían precios mayores mediante diversas prácticas.

La batalla por la transparencia no cesa. Los contratos manejados por Unops no dejan espacio al tráfico de favores, la discrecionalidad o la fragmentación de compras, un truco usual para eludir las licitaciones y por ello generan total animadversión por parte de ciertos sectores y personajes que otrora amasaron cuantiosas fortunas a costa del erario. Es por ello que no resulta aventurado pensar que tales interesados puedan impulsar presiones, mediante falsas denuncias en contra de los funcionarios que se niegan a volver al anterior sistema.

Afortunadamente existen iniciativas tendientes a la optimización de las compras y control de inventarios de fármacos e insumos médicos en hospitales del país, como la implementada por la Fundación de Empresarios para el Desarrollo (Fundesa) en siete hospitales del país.

Este sistema digital ha significado ahorros de hasta Q45 millones y una mejora en el abastecimiento, que pasó de un 40 por ciento a un 80 por ciento, principalmente porque se erradicó el denominado “robo hormiga”, consistente en la sustracción de productos médicos por parte de algunos empleados, que posteriormente los vendían. Esta política tuvo a su vez efectos colaterales positivos como la reducción de 15% en el tiempo de pacientes en cama, gracias a una mejor convalescencia, lo cual a su vez redujo costos y hacinamiento.

Como bien lo señala el director general de Unops, Fabrizio Feliciani, la probidad y la rectitud en la ejecución del gasto se sostiene sobre un ordenamiento legal coherente, actualizado y ejecutado con una visión clara de beneficio público. Los controles internos deben ser constantes pero no maliciosos como para que lleguen a entorpecer la eficiencia del funcionamiento institucional. La tecnología digital, la codificación de productos y las auditorías independientes son herramientas claves en este proceso de transformación que bien puede llevarse más allá del campo de la salud y extenderse a la adquisición de insumos educativos, fertilizantes, enseres de oficina o equipos de computación. Cabe hacer notar la persistencia de las compras directas por montos apenas menores a Q90 mil para evadir la competencia de precios y bajo una supuesta premura en la adquisición. Los casos antes expuestos desmienten tales pretextos.

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