El pasado viernes trece “la ciudad de la luz” se ensombreció por el terror y la muerte. En Europa se habla de guerra, y el papa Francisco fue más allá y la catalogó como una tercera guerra mundial. Aunque se daba por sentado que llegar a este nivel bélico implicaría la destrucción inminente y total del mundo por las bombas atómicas. Ahora el exterminio se presenta en una nueva modalidad selectiva, además de asesinar a las personas de cualquier nacionalidad, atenta contra la paz psicológica del resto del mundo, creando terror colectivo. Esto no es nuevo, pues empezó el 11 de septiembre del 2003, en New York, cuando el mundo cambió. Esta vez el protagonista es ISIS, el llamado hijo bastardo de Al Qaeda, versión ultraortodoxa del islam, una amenaza mucho mayor, integrada por personas jóvenes, llenas de odio e irracionabilidad.

Su acción sistemática y cobarde puede llegar a cualquier país del mundo, en el lugar y hora menos pensado. Lo que hace a este grupo muy peligroso, porque operan con creatividad y posibilidades a la “N” potencia. Incluso Guatemala podría estar en el blanco, por ser una plataforma cercana a Estados Unidos, y con pocos controles en sus medidas de seguridad; esto nos vuelve un lugar llamativo para operar como un trampolín y llegar al país más odiado por los terroristas. Por esta razón los gringos deben ayudarnos a fortalecer nuestro Estado integralmente, somos vecinos y amigos. En este momento de alarma deben considerar que somos el patio de atrás de la casa gringa.

Es importante entender las causas del problema, y el papel que juega el petróleo en toda esta entramada y aunque trate de disfrazarse de una guerra santa, con tinte religioso, la realidad es otra, y hay mucho más allá de lo que se ve.

La gente debe informarse, pero tristemente los medios guatemaltecos dan esta noticia en 30 segundos y prefieren dar toda la cobertura a la misma cantaleta; presos, corruptos, o la visita conyugal de Roxana Baldetti… Esto provoca indiferencia e ignorancia en nuestra gente sobre el acontecer mundial, que afecta directa o indirectamente, pero es necesario conocer, mientras todos los medios de comunicación del globo están dedicando total cobertura a esta noticia.

Esta monstruosidad no puede pasar inadvertida, porque va en aumento; ya estos militantes habían decapitado cristianos, destruyeron los monumentos milenarios caldeos y sirios. Y se les dejó pasar estas atrocidades sin mucha publicidad; hoy se está pagando un precio muy alto, por haber sido indiferentes. ISIS cada día se ha tornado más sofisticado tecnológicamente, hacen propaganda en la red, ejercen control sobre ciertas áreas y poseen una inteligencia más fina, al punto que en su último crimen encriptaron la información de sus comunicaciones en capas para no ser detectados; han producido videos de alta calidad para promocionarse, por ejemplo. Este grupo terrorista es el más adinerado de toda la historia, ya que recibe entre 1 y 2 millones de dólares al día. Frente a esta realidad y gravedad, resulta urgente abordar el problema no aisladamente, sino en forma global e interconectada.

Imagen_es_percepcion@yahoo.com