Si me preguntan cuáles fueron los pensamientos del expresidente José Mujica que, por su contundencia y claridad, me impactaron en el VI Foro Regional, además de recordarle a la gente que “si le gusta el dinero se mantenga fuera de la política,” son los siguientes: 1. “Sean justos y luchen por mejorarse ustedes mismos. No vamos a tener nunca una sociedad mejor si a su vez no hacemos esfuerzos. Es bueno demandar, pero es bueno asumir la responsabilidad en cada uno de los pequeños actos”. 2. “En lugar de quejarnos tanto debemos ser más firmes, más sistemáticos, más comprometidos”. 3. “Los países que vamos a tener son los que seamos capaces de forjar entre nosotros”. 4. “Nadie nos va a regalar lo que tenemos que hacer nosotros”. 5. “En la vida nos vamos y hay que acordarse de los más débiles”.

Mujica nos invita a crecer como personas y como país. A cambiar de mentalidad. A valorar la vida. A dejar de jugar a “víctimas”, a no buscar excusas por lo que nos sucede sino encarar la realidad con coraje y unidad. Solo unidos podremos enfrentar los flagelos de la corrupción, el crimen, la impunidad, el hambre. Durante el Foro, Valerie Julliard, coordinadora del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, hizo un fuerte llamado a los políticos. Los instó a que ajusten sus planes de gobierno a los acuerdos de paz y a respetar los tratados nacionales e internacionales porque de lo contrario estarán traicionando a Guatemala.

Dan pena nuestras cifras en el área de desarrollo humano. La población en condición de pobreza aumentó a un 62%, y si enfocamos a las poblaciones indígenas llega a un 80%. Es por eso que ¡casi la mitad de la niñez guatemalteca está desnutrida! ¿Tendrán los aspirantes a la primera magistratura un plan integral para salvar a la niñez del flagelo de la desnutrición? Las bolsas solidarias no resuelven el problema. Lo aumentan.

¿Por qué no trabajan con un programa de alimentación escolar? Porque conlleva trabajo eficiente, planes de corto, mediano y largo plazo, y eso a la clase política corrupta no le interesa.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ha desarrollado el programa “escuela completa”. El aprendizaje en las escuelas se vincula con actividades prácticas como huertos escolares y familiares donde participan maestros, familias y comunidades. ¿Cómo es que en Guatemala, con nuestra milenaria tradición agrícola, no hemos implementado un plan semejante? Combinar educación y nutrición es un balance que ayuda a las madres en el hogar. Es la mejor vía para sacar adelante a las jóvenes generaciones en condiciones de pobreza y se anula cualquier actividad clientelar que no resuelve el problema del hambre y la desnutrición.

La verdad, el país está en crisis. Nos toca a los ciudadanos sobrellevarla con firmeza y sobriedad para propiciar el proceso de transformación que se viene. Es inevitable y es necesario. Las elecciones no serán la solución. A mi juicio lo más importante es que tengamos claro que “nos tocará empezar de cero, reinventar un nuevo país”, agregó el Clarinero.

P. D. ¡Feliz aniversario, Prensa Libre!

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