ESCENARIO DE VIDA
La limpia no termina
¡Quién iba a decir hace tan solo un año que el expresidente Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti iban a ser apresados por sus delitos de corrupción! ¡Quién iba a soñar que la sociedad civil y las redes sociales jugarían un importante papel en apoyo a la Cicig y al Ministerio Público para lograr finalmente justicia!
El descubrimiento de la Línea por parte de la Cicig y el MP sigue su avance y al encontrar tres tipos de actores involucrados, los estatales —funcionarios y trabajadores de las aduanas—, los externos que no eran empleados y ciertos empresarios, es realmente un gran hallazgo.
El número de los involucrados en la Línea crece cada día y ahora sabemos que es imposible que haya cárceles suficientes para todos. Es una revelación que Guatemala está como está por esta situación de corrupción que al fin se está desenmarañando.
Hay muchos cambios que debemos hacer en Guatemala y uno de ellos es corregir las bases del juego, puesto que a lo largo de la historia la corrupción ya se había venido desarrollando en las aduanas desde tiempos inmemoriables, aunque de forma más primitiva.
Solo para contarles que desde los años 50, mucha de la mercadería cara que venía del exterior no salía de las aduanas hasta que las famosas “mordidas” no fueran pagadas, lo que ponía en riesgo el negocio de cualquier comerciante.
En una ocasión, un empresario extranjero de los años 50, que poseía valores éticos muy altos, consultó con su iglesia en el exterior qué debía hacer, ya que dar “mordidas” iba en contra de sus principios religiosos y él no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas. El Pastor le dijo que si esas eran las bases del juego en el país que él vivía, no le quedaría más remedio que pagar las “mordidas” para no quebrar. La otra alternativa era que se fuera de Guatemala a hacer negocios a un país no corrupto. Entonces me pongo a pensar en ese dicho: “Es tan culpable el corrupto como el corruptor”. ¿Lo es?
Con todas las bondades que ofrece Guatemala, su biodiversidad, sus paisajes, sus bosques, su cultura, su tierra fértil, su clima tan benévolo y tantas personas honradas y trabajadoras que habitan nuestro bello país, no es justo que unos cuantos arruinen todo. Estas fechorías nos han dejado pobreza, falta de oportunidades, una deficiente educación y desnutrición crónica en los niños y falta de buenos servicios en los hospitales. Por ende, aplaudo a la Cicig y al Ministerio Público por su labor para limpiar Guatemala.
Nuestra labor como sociedad civil no termina aquí. Hay mucho más que hacer y en unos cuantos días “nos toca” llegar a votar, pero me preocupa que todavía haya algunos capitalinos que piensen quedarse en casa. Yo los insto a salir a las urnas y no delegar su voto en alguien más. Todos los capitalinos debemos salir a votar.
La hora llegó de poder reconstruir nuestra fe en Guatemala y en los buenos guatemaltecos que pueden sacar adelante al país. Hemos entrado en una nueva era, y démosle nuestra confianza a un candidato con o sin experiencia, pero no mafiado.
vidanicol@gmail.com