ENCRUCIJADA
Lecciones democráticas
El movimiento social que se desa- tó entre el 25 de abril y septiembre tuvo resultados positivos y aporta varias lecciones pertinentes ahora que se inicia una nueva etapa, enfilándonos hacia lo que será el próximo gobierno 2016-2020.
Hubo dos resultados especialmente notables de esta etapa de lucha social. Uno fue el avance hacia lo que se puede calificar como la igualdad republicana, basada en la igualdad ante la ley o, lo que es lo mismo, en que nadie está por encima de la ley. Esta igualdad republicana permitió comenzar a depurar a la clase política actual por la vía de investigaciones y juicios: puso de manifiesto el fortalecimiento de la justicia en Guatemala. El otro resultado positivo fue que aumentó la participación social y pacífica como medio de expresión democrática. Incluyó nuevas e imaginativas formas de lucha pacífica, como el uso intensivo de redes sociales, y generó nuevos liderazgos: muchos jóvenes, politizados, estarán vigentes para los próximos 40 años o más.
Esta lucha también significó que actores que han tenido poder de veto, como el Cacif y la Embajada de los Estados Unidos, terminaran por alinearse con los deseos de la mayoría. Se evitó la confrontación y se reconoció su fuerte influencia, pero las manifestaciones en la calle, el diálogo y la reflexión en el camino, así como iniciativas dispersas o coordinadas ante los dos actores, lograron evitar que el veto de ambas entidades se interpusiera ante lo que la mayoría deseaba. Al respetarse a la mayoría se respetó a la democracia. El propio Congreso de la República, que debería representar a la mayoría, sintió que tenía que alinearse al menos en dos ocasiones ante esa mayoría alternativa que se estaba manifestando en la calle. Lo hizo cuando estaba por quitarle la inmunidad a la antigua vicepresidenta y luego cuando efectivamente le quitó la inmunidad al presidente. La mayoría alternativa, en la calle, se impuso.
La tolerancia y la política decente, honesta, se fortaleció. Lo que se inició como un movimiento urbano de clase media con reivindicaciones inmediatas centradas en atacar la corrupción pronto se diversificó, incluyendo desde gais y travestis hasta organizaciones campesinas con largas luchas y reivindicaciones históricas. Enfoques pragmáticos, tolerantes y de respeto mutuo facilitaron el entendimiento recíproco, parte fundamental de la democracia.
Fue fundamental la independencia de los medios de comunicación. Acompañaron al proceso y permitieron que se expresaran diversas perspectivas sin descalificarlo. Y la cooperación internacional por la vía de la Cicig demostró que puede tener un papel importante cuando ese apoyo da lugar a un efectivo fortalecimiento de entidades nacionales, como el Ministerio Público. Estos hechos nos dan bases para pensar que Guatemala efectivamente cambió. Se abrió una ventana para una política con ética, con una nueva conciencia compartida por amplios sectores de la población. Aun cuando la lucha por renovar a la clase política y por reformar el Estado sea larga y difícil, se hará a partir de bases sólidas.