A CONTRALUZ

Mujeres valientes

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AYER AL MEDIO DÍA me acerqué al atrio de la Catedral Metropolitana para saludar a Brenda Hernández y a Gabriela Flores que están en huelga de hambre, pero unas jóvenes que arreglaban la carpa donde se encuentran me informaron que estaban descansando. Por un resquicio de la cobertura de nailon pude ver el rostro de Brenda que tenía los ojos cerrados y me recordé de la frase de José Mujica, expresidente de Uruguay, cuando dijo: “Las cosas más hermosas y dolorosas de la vida no tienen nada que ver con la plata”. Estas dos valerosas mujeres cumplieron ayer el quinto día de no probar alimentos sólidos como un sacrificio para que florezca la democracia en Guatemala, y eso no tiene precio. Ellas están haciendo un esfuerzo supremo al poner en riesgo su vida por lograr que avance la primavera ciudadana en contra de la clase política corrupta.

A SUS 51 AÑOS, Brenda quiere dejar de herencia a sus hijos y nietos un país digno. Gabriela tiene 24 años y no dudó en acompañar a su amiga en esta jornada de protesta cuando observó la forma en que los políticos mafiosos tratan de burlarse del clamor popular por transparencia y contra el saqueo del Estado. Su decisión la tomaron el viernes 14 de agosto, luego de conocer cómo los partidos Patriota (PP) y Libertad Democrática Renovada (Líder) hicieron una sucia jugada en el Congreso para retirarle el antejuicio al presidente Pérez Molina y bloquear las enmiendas electorales, con el respaldo de magistrados venales de la Corte de Constitucionalidad.

LA LUCHA DE BRENDA Y GABRIELA es contra esa mafia que también intenta sabotear el trabajo de la Cicig. PP y Líder quieren modificar la Ley Orgánica del Ministerio Público para cerrarle las puertas a la comisión investigadora. Ellas comprendieron que a raíz de las movilizaciones ciudadanas y las investigaciones y señalamientos del MP y la Cicig la clase política se ha visto sacudida y acorralada, pero no vencida. La lucha del pueblo no es solo contra dos partidos o estructuras de corrupción aisladas, sino que estamos frente a un sistema podrido que hunde sus raíces en los años setenta y que no será fácil limpiar.

LA ACTITUD ARROGANTE de Líder solo demuestra que es el relevo de esa mafia luego de la estrepitosa caída del PP. No es un partido político, sino una estructura que desde ya es la interlocutora de esa red de corrupción enraizada en el Estado y por ende no va a permitir que le echen a perder su multimillonario negocio. La batalla es contra un adversario con amplios recursos para sobreponerse. Brenda y Gabriela saben que luchan contra un monstruo de mil cabezas y ellas solo tienen su fe y esperanza en el país. Por eso decidieron dar muestras de esa generosa entrega con su huelga de hambre. Lo menos que podemos hacer es apoyarlas en su lucha por lograr la renuncia de Pérez Molina, la cancelación de Líder por irrespeto a la prohibición de efectuar campaña proselitista, la aprobación de reformas a la Ley Electoral y rechazo a toda forma de bloqueo a la Cicig.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.