Recientemente se acuñó un nombre para esta práctica: Phubbing, acrónimo que, como muchos de la era de la informática, proviene de palabras inglesas phone y snubbing, cuya traducción en español es: “teléfono y menospreciar”.

En los ambientes familiares y en las comidas se ha convertido en verdadero problema. Las conversaciones casi han desaparecido, los adolescentes hoy en día prefieren comunicarse con mensajes de texto que cara a cara.

Un estudio de la Universidad de Worcester, en el Reino Unido, comprobó que el nivel de  estrés se incrementa ante el constante uso de aparatos móviles  y crea adicciones  en la búsqueda de datos, actualizaciones y mensajes. Subir fotos de las actividades a las redes sociales y actualizar estados de Facebook o Twitter  son actividades comunes que han desplazado otras básicas del ser humano.

En las aulas,  el Phubbing se ha vuelto un verdadero problema. Los alumnos están más atentos a sus dispositivos móviles que a la clase misma, por lo que en muchos de los casos es necesario que el docente prohíba el uso de estos aparatos, lo que incomoda en gran manera a los phubber.
En actos públicos, muchos de los asistentes están   pendientes de lo que está ocurriendo en el ciberespacio, en lugar de atender la actividad como tal.

En el pasado reciente  cuidábamos de que nuestros hijos no tuvieran la computadora en su cuarto, para asegurarnos de que no estaban haciendo un mal uso de internet. ahora, ¿Cómo podemos prohibírselos, si cargan el equivalente a su computadora en la palma de la mano y lo pueden llevar adonde quieran? Una familia que conozco  deja a cierta hora de la noche, antes de ir a dormir, los celulares en un punto neutral de la casa, en un cesto, para evitar que tengan la tentación de estar pendientes a los mismos en sus horas de descanso.

Al mismo tiempo han surgido grupos y plataformas virtuales que están combatiendo esta actitud, y de esta forma colaborar para contrarrestar el uso indiscriminado de los móviles. Alex Haigh es un joven australiano que inició un movimiento antiphubbing. Creó www.stopphubbing.com y la página de Facebook Stop Phubbing, para hacer reflexionar a los phubbers sobre lo desagradable de este tipo de acciones. Ha sugerido acciones sencillas; por ejemplo, “cuando un grupo de personas almuerza o cena, todos deben dejar su teléfono fuera de la mesa. Si la comida es en un restaurante, el primero en tomar el celular mientras comen  deberá pagar la cuenta”.

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