16A, 25A, 16M, fechas importantes para la dignificación del pueblo guatemalteco y podría ser el inicio de una mejor relación entre el campo-ciudad, urbano-rural, indígena-ladino, campesino-indígena, hombre-mujer, niños-niñas. El origen para comprender que la corrupción y la impunidad, el racismo y la discriminación son los males que transversalizan todas las relaciones socio-políticas del país, fortaleciendo relaciones injustas y desiguales.

En la historia política del país, quienes han salido menos beneficiados son los pobres y extremadamente pobres, que en su mayoría son indígenas, principalmente mujeres y niños/as, y que durante todo el tiempo han alertado sobre lo pasa aquí. Son ellos quienes alertaron por la falta de educación, de salud y trabajo, y siempre manifestaron su inconformidad sobre todo los males, porque la única presencia del Estado en las regiones es cuando son reprimidos por la Policía y el Ejército, a petición del Cacif.

No tiene explicación fácil, que funcionarios corruptos renuncien de forma fácil, sabiendo que son responsables o corresponsables de la opresión y represión que viven las comunidades: los ministros de Energía y Minas y de Ambiente son los responsables de la forma corrupta como se concedieron licencias para minerías, hidroeléctricas, palma africana y azúcar, entre otros, que no solo violaron el derecho de los pueblos, sino que, por hacer cumplir estas licencias, se dieron a la tarea de criminalizar, judicializar y discriminar a comunidades que defienden su derecho a una vida sana. Renuncia un ministro de Gobernación, que también es responsable de muertes y encarcelamiento de líderes comunitarios.

Así como van las cosas, seguimos pensando que el destape que hizo la Cicig está siendo bien aprovechado por los grupos que siempre han instrumentalizado el aparato del Estado para acomodar sus piezas y que si la población se queda en la inercia de solo pedir la renuncia, estaremos perdiendo momentos decisivos para hacer cambios profundos y estructurales, que tendría que tocar las estructuras mismas de los grupos empresariales, y me refiero principalmente al Cacif, porque igualmente son corresponsables de este deterioro.

Lo único que nos falta es que renuncie el Presidente y así las cosas quedarían entre el borrón y cuenta nueva, y es lo que no hay que permitir, incluso la cárcel no sería la única solución, porque tienen que devolver lo que han robado, que cancelen todas las licencias de explotación o utilización de recursos, y que liberen a líderes comunitarios que están en las cárceles.

Encaminarnos hacia la refundación de un nuevo Estado implica reformar la Electoral y de Partidos Políticos, posibilitando la participación amplia de pueblos y sectores principalmente para una futura Asamblea Nacional Constituyente, y no solo para controlar los recursos de los partidos políticos, reformar la de Contrataciones del Estado, la Ley de Servicio Civil.