Hace poco fui invitada por el alcalde de San Juan Chamelco, el Lic. Ervin Orlando Tut Quim, a reunirme con su equipo para conocer los proyectos de carácter ambiental que ellos realizan. Gran sorpresa me llevé al encontrarme con un verdor increíble en derredor y viveros que con mucho orgullo ha hecho la municipalidad. Eso sin contar con la plantación de flores y orquídeas con que cuentan.

Usualmente no me gusta hablar de los alcaldes, pues muchos solo ven el derecho de su nariz, y con cuánto dinero se quedarán durante su período. Pero el alcalde Tut Quim me dio una impresión diferente. Es una persona agradable, bien intencionada, inteligente, competente y sobre todo muy bien preparado. Cuenta, además, con síndicos y concejales que merecen mucho respeto por tener como prioridad muchas ganas de trabajar en proyectos ambientales. Por lo general, sabemos que cuando los alcaldes asumen su rol, se interesan únicamente en obra gris porque es lo más visible, pero casi nunca echan a andar proyectos que beneficien la salud de sus habitantes y su entorno natural.

Lo que realmente me impactó del alcalde Tut fue que organizó a todo su equipo un día domingo para expresar su gran interés en entrarle a proyectos que fueran más allá de lo que hace un alcalde tradicional. Habló de la parte de saneamiento ambiental, viveros, educación ambiental para los niños, tratamiento de desechos sólidos y líquidos, cuidado del recurso hídrico, reforestación, protección de sus bosques y mucho, mucho más. Para el alcalde Tut este es su tercer período, y me place saberlo porque se trata de un profesional muy bien preparado.

Si más alcaldes entiendiesen sobre temas ambientales y climáticos y se pusieran a trabajar, otro sería nuestro cantar. Ante los efectos del cambio climático, la decisión de prepararse reforestando y atendiendo los aspectos vitales para mantener la salud humana debiera ser prioridad. Por la variabilidad climática, solo así, salvaremos vidas.

Según el ingeniero Juan Pablo Marín, “el recurso forestal en Guatemala representa el punto de amarre entre los diferentes recursos, ya sea actuando como protector y conservador de los mismos, proporcionando “hábitats naturales”, regulador hídrico o bien recibiendo la acción benéfica de los otros. Además, tenemos que tener en la mente que al contar con bosques, estos constituyen un tesoro para que también contemos con el líquido vital, lo que es un indicador de nuestra calidad de vida y del potencial económico que podemos otorgar con ello.

Es lógico suponer que muchas personas y funcionarios públicos aún no logren asociar el tema del desarrollo con el de medioambiente. Unos piensan absurdamente que si buscamos el desarrollo perderemos nuestros recursos naturales, o viceversa. Sin embargo, podemos trabajar ambos de la mano con desarrollo sostenible velando por el aprovechamiento racional de los recursos naturales que nos brindará un crecimiento económico razonable y una calidad de vida apropiada para los habitantes.

Dentro del marco ambiental, debemos tomar acciones para desarrollar planes estratégicos en respuesta a las necesidades de la población, para evitar la pérdida de la cobertura forestal y escasez del recurso hídrico. Ojalá más alcaldes tomen el ejemplo de Tut, para que hagamos cada día una Guatemala mejor.

Alta Verapaz y San Juan Chamelco están llenos de sorpresas y me permito terminar este artículo sugiriéndoles que visiten las Grutas del Rey Marcos, que ofrecen una aventura sin par.

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