PLUMA INVITADA

Viaje a Belice

Pluma invitada

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Melvin Mateo Flores

El 3 de agosto del 2015 viajé a Belmopán para traer un documento a mi hermana, que se casará en los próximos meses con un beliceño. Yo viajaba con mi DPI y había llenado el formulario con destino a Belmopán. Al llegar a la aduana me preguntaron a dónde iba y respondí que a Corozal. Mi tío esperaba por mí en Belmopán, pero mi hermana vive en Corozal, y esa es la razón por la cual me confundí y mencioné Corozal.

No tuve la oportunidad de enmendar mi error y fui enviado de regreso para que las autoridades guatemaltecas me sellaran mi pasaporte de salida. No cargaba mi pasaporte guatemalteco, sino el holandés.

Luego de hacer una enorme cola y preguntar si era necesario llenar otro formulario, nos dijeron a un canadiense y a mí que no. Al llegar de nuevo a seguridad nos mandaron de regreso a llenar un formulario. Yo le pregunté a la persona que estaba revisando mi pasaporte cuál era el problema y por qué nos estaban dando la información equivocada.

Al regresar con el formulario, esta tipa estaba hablando por su celular cosas de su vida privada y yo tenía que esperar que terminara y me llevara con su jefa, una señora arrogante.

Después de explicarle el motivo del viaje me dio un permiso de tres días, cuando con mi pasaporte holandés puedo viajar un mes por Belice. Decidí callarme porque había llegado a la frontera a las 9 y ya eran más de las 11 de la mañana. Durante el tiempo que estuve haciendo cola, esperando mi turno, pude ver que un trabajador entraba y salía con pasaportes sellados de personas que no estaban en la cola y que le daban mordida. Al parecer, los guatemaltecos les generamos dinero a estos corruptos.

Finalmente me reuní con mi tío en Belmopán y le comenté lo que me había pasado. Él me dijo que yo lo podía acompañar a Corozal, que ese mismo día llegábamos. Decidí irme con él y al siguiente día regresé a Melchor. Al llegar a la frontera y querer cruzar a Guatemala, tuve que pagar casi US$18.75. Para colmo, una de las mismas mujeres de seguridad del día anterior estaba chequeando pasaportes. Le pregunté si me reconocía y que por qué me habían dado solo tres días, cuando yo tenía derecho a más.

Ella me respondió: “Este es Belice y a nosotros nadie nos dice qué debemos hacer”. Tomó mi pasaporte, se fue a las oficinas y me dejó esperando más de 15 minutos. ¿Hasta cuándo las autoridades de Guatemala harán algo y empezarán a reclamar lo que es nuestro?

Se podría hacer una cobertura encubierta para que toda Guatemala se entere de las humillaciones que sufren los conterráneos y que esta frontera no es más que un negocio de los beliceños para sacar dinero con toda la corrupción que se mueve ahí.

Una aclaración: pagué la salida con dólares beliceños porque tenía un billete de US$100, y el vuelto lo recibiría en dólares beliceños, por eso cambié solo 30 para pagar.

lidanimateo@hotmail.com

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