Pobladores señalan que frecuentemente los tripulantes de las lanchas sobrepasan la cantidad de personas que pueden ser transportadas, y que el servicio es pésimo. Además de que los vehículos están en mal estado.

La usuaria Norma Leticia Ajanel relató que en una ocasión una lancha llegó de Santiago Atitlán a un muelle de Panajachel, pero a causa de que este estaba húmedo por la lluvia, y por la inestabilidad de la nave, al bajar, una madre cayó en el lago junto con su bebé, y los operadores continuaron cobrando el pasaje sin prestar atención. Un pasajero, se lanzó al agua y ayudó a la mujer y su hijo a salir del agua.

Rosanda Pacay, vecina de la cabecera, contó que los operadores utilizan lanchas en mal estado, y que en una ocasión viajaba en una que se quedó detenida en medio del lago y no llegó en su auxilio personal de la Base Naval del Pacífico, que presta servicio en ese manto lacustre, ni de los Bomberos Voluntarios.

Unas dos horas después, otra lancha de pasajeros llegó para que los afectados transbordaran.

El gobernador Luis Florencio García expuso que no ha recibido quejas sobre este problema, por lo que es necesario que la población denuncie, pues antes de tomar una decisión debe constatar lo que sucede.

Aseguró que tomará en cuenta las denuncias y delegará a las autoridades respectivas para que ejerzan control.

El transporte en el Lago de Atitlán es utilizado por unas 10 mil personas que viven en municipios asentados en las orillas.

No hay regulación

Salvador Loarca, auxiliar de la Procuraduría de Derechos Humanos, expuso que sí hay denuncias, pero el problema es que no hay reglamento para hacerlo cumplir.

Añadió que se carece de regulación para la navegación de lanchas, de tal forma que no se pueden aplicar castigos, por lo que es necesario implementar normas.