Bad Bunny llevó su gira de trap "Most Wanted" a Nueva York, mostrando una nueva faceta más melancólica. Aunque solía ser una fiesta veraniega, este concierto fue diferente, con el cantante actuando de manera seria y taciturna en el Barclays Center. Acompañado por una orquesta de música clásica, interpretó principalmente canciones de su último disco, aunque a veces las poderosas notas de los altavoces ahogaban algunas de sus letras.

Vestido de manera peculiar, Bad Bunny comenzó su actuación con "Nadie Sabe" y tomó pausas entre canciones para mirar fijamente al público, expresando su melancolía. A pesar de las críticas que ha recibido en el pasado, reflexionó sobre su imagen de "malo" y aseguró que solo se preocupa por lo que piensan de él sus seguidores más cercanos.

El espectáculo contó con una puesta en escena espectacular, pero a pesar de ello, Bad Bunny demostró su tristeza al dedicar su agradecimiento a sus seguidores más leales. Finalmente, con un último tramo más animado que incluyó éxitos de reguetón, el ambiente en el estadio cambió y el cantante mostró una sonrisa por primera vez en la noche.

Los fanáticos, en su mayoría jóvenes y latinos, disfrutaron del concierto, mostrando su apoyo al cantar las letras de Bad Bunny. Después de un final apoteósico, el cantante se despidió dejando a sus seguidores con ganas de más, demostrando una vez más su poder de convocatoria.