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¿Por qué marcamos el ritmo de la música con los pies?

¿Alguna vez has estado en un bar o en un restaurante, sentado en la calle o en un salón cuando suena música y tú y otros empiezan a golpear el piso con el pie al ritmo de la música?

Las personas tendemos a percibir afinidades entre los sonidos y el movimiento corporal durante la experiencia musical. Algunas características de los sonidos, como el ritmo y la textura parecen estar fuertemente relacionadas al movimiento.

Las personas tendemos a percibir afinidades entre los sonidos y el movimiento corporal durante la experiencia musical. Algunas características de los sonidos, como el ritmo y la textura parecen estar fuertemente relacionadas al movimiento.

Y esa no es la única manifestación corporal en el contexto musical. Están también  el cabeceo, el meneo del cuerpo y el baile mismo, entre otros.

Muchas veces esa marcación del compás y otras características del sonido suceden espontánea e inconscientemente.

Pues bien, unos científicos de la Universidad de Oslo, Noruega, se pusieron a explorar la teoría sobre la relación entre los sonidos musicales y el movimiento del cuerpo.

Resulta que las personas tendemos apercibir  afinidades entre los sonidos y el movimiento corporal durante la experiencia musical.

La llamada  “teoría motora de percepción” afirma que estas relaciones de similitud están profundamente arraigadas en la cognición humana.

De acuerdo a esta teoría, para poder percibir algo, debemos  estimular activamente el movimiento asociado con las impresiones sensoriales que estamos tratando de procesar.

Simulación mental

El sonido musical tradicionalmente se produce por intermedio de movimientos del cuerpo al golpear, frotar, sacudir y soplar, por ejemplo.

Así que, cuando escuchamos música, tendemos a  simular mentalmente los movimientos corporales que pensamos se activaron en la producción de ese sonido.

Reaccionamos a la música vía movimientos corporales como la danza, el caminado al ritmo, gesticulando, cabeceando, zapateando y meneando el cuerpo.

Por consiguiente, nuestra experiencia de un sonido involucra una  imagen mental de un movimiento corporal.

El profesor Rolf Inge Godoy, de la Universidad de Oslo, dice: “El movimiento relacionado a la música, tanto en la producción y el acompañamiento del sonido, deja un  rastro en nuestras mentes”.

“Podría interpretarse como un tipo de  representación figurativa, una que está íntimamente vinculada a nuestras experiencias de las características destacadas del sonido musical”, explicó Godoy.

Notablemente, los escuchas imitan la producción física de la música haciendo una mímica de algún instrumento en particular en una pieza musical.

Es por eso que frente a una pieza con mucha percusión tal vez estemos golpeando el piso con el pie como lo hace un baterista con el pedal del bombo. O toquemos la  “guitarra de aire” durante un solo de guitarra eléctrica u ondeemos los brazos suavemente en un recital de flauta.

“La idea básica aquí es que las imágenes de la producción de sonido y otros movimientos relacionados al sonido se  recrean activamente durante la audición e imaginación de la música”, comentó el profesor.

“Por eso está la noción que la teoría motora podría ser la base de las similitudes entre el sonido y el movimiento del cuerpo durante la experiencia musical”, concluyó.

Aunque la relación entre el sonido musical y el movimiento pueden observarse fácilmente, los autores del estudio publicado en el Journal of New Music Research decidieron que un conocimiento  más sistemático era necesario.

“Calcar música”

Con ese fin, aplicaron una  amplia gama de métodos y sistemas de investigación, incluyendo un experimento para “calcar sonido”, diseñado para explorar los gestos que hacen las personas para describir sonidos particulares.

A los participantes se les tocaron  sonidos de tres segundos que variaban de tono y otras características y se le pidió que “calcaran” esos sonidos en el aire usando tecnología de captación de movimiento.

Los resultados indicaron bastantes similitudes en los gestos de los participantes, particularmente entre la posición vertical de sus manos relativa al tono del sonido.

En general, algunas características de los sonidos, como el  ritmo y la textura parecen estar fuertemente relacionadas al movimiento, mientas que otras, como la disonancia, tiene una relación sonido-movimiento más débil.

Los autores planean ahora concentrar sus investigaciones en un estudio estadístico de gran escala sobre las correlaciones de las características del sonido y el movimiento, para aportar más datos sobre la similitud de relaciones del sonido y el movimiento en  todas las áreas de la experiencia musical. 

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