Vida

Cómo corregir al niño cuando pronuncia mal

Los niños aprenden a hablar al interactuar con los adultos desde el momento de su nacimiento. Pero, a menudo, sucede que cuando el niño está aprendiendo a hablar no pronuncia bien algunas palabras. A muchos padres les parece gracioso y en lugar de corregirles, se ríen.

Los padres deben pronunciar bien las palabras y no imitar al niño en la mala pronunciación

Los padres deben pronunciar bien las palabras y no imitar al niño en la mala pronunciación

Cuando un niño emite un mensaje, ya sea mediante un gesto, un sonido o una palabra, recibe una respuesta por parte de sus padres que le sirve como refuerzo y fomenta su aprendizaje. Esta retroalimentación es esencial en el aprendizaje del lenguaje y en el resto de aprendizajes.
 
Al reírse los padres de los errores que cometen los niños al expresarse o al imitar su lenguaje infantil (por ejemplo cuando les decimos “guau guau” en vez de perro o “run run” en vez de carro) lo único que se hace es enfatizar su manera infantil de hablar. Reforzando estas conductas se frenará su desarrollo evolutivo y se corre el riesgo de que el niño presente un retraso del habla o del lenguaje.
 
Para favorecer el desarrollo del lenguaje de los hijos, el sitio guiainfantil.com propone algunas recomendaciones sencillas:
 
1. Tratar de utilizar un lenguaje claro y natural, con frases comprensibles para el niño y bien estructuradas. Un lenguaje adecuado a la edad y nivel de desarrollo de tu hijo, al evitar abusar de los diminutivos o imitar su lenguaje infantil.
 
2. Es bueno hablarle con frecuencia, despacio y vocalizando, pero sin llegar a simplificar o  empobrecer el mensaje. Procurar introducirle palabras nuevas para que enriquezca su vocabulario.
 
3. Prestar más atención a lo que trata de decir el niño que a cómo lo está diciendo. No corregirlo constantemente, ni obligarlo a repetir bien palabras que le resulten difíciles de pronunciar. Es suficiente con repetir correctamente la palabra después de que el niño haya terminado o repetirla en el contexto de una frase.

Por ejemplo si el niño dice “la tutala” para expresar su intención de tomar “la cuchara”, se responderá con enunciados como “¿quieres la cuchara?, vamos a comer la sopa con la cuchara”, señalando y enfatizando el objeto referido. Hay que presentar un modelo correcto, no sancionar una falta.
 
4. Recordar que hablarle y explicarle cosas es muy positivo, pero aún lo es más escucharle y hacerlo relajadamente. Tratar de no interrumpirle cuando hable y darle tiempo para expresarse.
 
5. Dedicar un tiempo diario a estar con tu hijo y a hablar con él. Si haces comentarios en vez de preguntas, el hijo disfrutará más hablando.

Se puede estimular su lenguaje de muchas maneras: leyendo y comentando cuentos, jugando, hablando de lo que ha hecho en el colegio, cantando canciones, dibujando juntos, comentando lo que hace el padre mientras limpia, ordena una habitación, prepara la comida, lo importante es que compartan momentos de conversación.

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