Philae está estable pese a que no se ancló adecuadamente al terreno, dijo el científico Jean-Pierre Bibring y agregó que al parecer está parado sobre dos de sus tres patas aunque su instrumental científico opera normalmente.
El módulo logró un hito sin precedentes el miércoles, cuando aterrizó por primera vez en la historia sobre un cometa tras recorrer 6 mil 400 millones de kilómetros (4 mil millones de millas) por el espacio durante una década a bordo de su nave nodriza, Rosetta.
El cometa atraviesa el espacio a 66 mil kilómetros (41 mil millas) por hora a unos 500 millones de kilómetros (311 millones de millas) de la Tierra.
Las baterías de Philae tienen una duración de unas 64 horas y los paneles solares podrían extender su alcance por una hora diaria.
Los controladores en Tierra tratarán de ajustar el módulo para ver si puede desplegar sus paneles solares a fin de recibir la luz solar y recargar las baterías, dijo Bibring a la prensa. “Estamos justo en la sombra de un acantilado”, explicó.
“Estamos permanentemente en la sombra, y ese es parte del problema. Trataremos de orientar mejor los paneles solares. Pero muchos de los demás instrumentos ya han adquirido lo que deseaban”, añadió.
El júbilo de los científicos se vio ligeramente empañado porque los ganchos diseñados para que la sonda se anclase a la superficie no se desplegaron, haciéndolo rebotar en dos ocasiones antes de descansar sobre el cuerpo del cometa, también llamado núcleo.
“Philae está estable, se encuentra sobre el núcleo y produce datos”, dijo Gerhard Schwehm, científico de la misión Rosetta.
Las fotos enviadas a la Tierra muestran una superficie rocosa, con una de las tres patas de la sonda en una esquina de la imagen.
Los científicos siguen analizando los efectos que tuvieron los dos golpes en la aeronave. La comunicación con el módulo es lenta, ya que a la señal tarda más de 28 minutos en llegar a Tierra desde Rosetta, que sigue acompañando al cometa.
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FOTOGALERÍA | Vea las primeras
imágenes enviadas por la sonda
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Schwehm dijo que podría seguir siendo posible desplegar los ganchos, pero que solo lo harían si no pone en peligro al módulo.
La pregunta clave es si el taladro de Philae podrá emplearse para obtener muestras de debajo de la superficie sin empujar a la sonda de vuelta al espacio.
La gravedad sobre el cometa es 100 mil veces menor a la de la Tierra, lo que supone que la sonda, que tiene el tamaño de una lavadora, allí pesa solo un gramo (0.04 onzas).
Philae y Rosetta utilizarán 21 instrumentos para analizar el cometa en los próximos meses. Los científicos esperan que el proyecto de 1 mil 300 millones de euros (1 mil 620 millones de dólares) les ayuda a entender mejor los cometas y otros cuerpos celestes, además de responder, posiblemente, a dudas sobre el origen de la vida en la Tierra.