Para minimizar el desperdicio de agua, pueden usarse aireadores o reductores de caudal en los grifos. Otra práctica sencilla es introducir un bote plástico lleno de arena en el tanque del inodoro.
También se le pueden adaptar mecanismos de doble descarga, según sean sólidos o líquidos los que se vayan a eliminar.
En las ferreterías del país ya están a la venta estos dispositivos, fáciles de instalar y que pueden disminuir el consumo de agua hasta en unos 15 mil galones anuales en una vivienda. Revisar fugas, no dejar correr el agua mientras se lava los dientes o enjabona también son prácticas ahorradoras de agua.