Carlota llegó en un carruaje de época que fuera utilizado por la reina para trasladar a sus hijos, empujado por su madre, vestida para la ocasión con un conjunto crema de Alexander McQueen. Junto a ellas, Guillermo tomaba de la mano al príncipe Jorge, quien lucía una pantaloneta y un polo blanco.
Se trata de la segunda vez que Carlota Isabel Diana aparece en público, luego de ser presentada a los medios de comunicación internacionales, el día de su nacimiento, el 2 de mayo último, frente al hospital St Mary.
La reina, de 89 años, y su marido, el príncipe Felipe, 94, bisabuelos de Carlota, estaban entre los 21 invitados, al igual que el príncipe Carlos, abuelo paterno, y su esposa, Camilla. Los abuelos maternos, Carole y Michael Middleton, también asistieron al evento, al igual que el hermano y la hermana de Kate, James y Pippa.
Cinco madrinas y padrinos
Algunos centenares de admiradores de la monarquía se levantaron al alba o pasaron la noche en el lugar para ubicarse en primera línea.
“Yo los encuentro absolutamente formidables y me siento siempre bienvenido por ellos”, confió Terry Hutt, de 80 años, apodado “The Union Jack Man”, después de pasar la noche en el lugar.
Si bien el servicio religioso era privado, Guillermo y Kate habían anunciado que estarían “felices de recibir a los admiradores (de la monarquía) en el atrio delante de la iglesia” para festejar el bautismo de su hija.
Guillermo y Kate eligieron cinco padrinos y madrinas para Carlota, entre los que figuran una prima de Guillermo por el lado materno, Laura Fellowes, y un primo de Kate, Adam Middleton. Los otros tres son amigos íntimos de la pareja. En el bautismo de Jorge fueron siete.
Conforme a la tradición, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, jefe espiritual de los anglicanos, bautizó a la niña virtiendo sobre su cabeza por tres veces agua del río Jordán.
Homenaje a Diana
Para la ocasión, immortalizada por el fotógrafo de moda Mario Testino, Carlota lucía un vestido blanco de encaje y satín, réplica del que vistiera en 1841 la hija mayor de la reina y emperatriz Victoria.
Si bien numerosos miembros de la familia real, entre ellos Isabel II y los príncipes Carlos y Guillermo, fueron bautizados en el palacio de Buckingham en Londres, la pareja optó por la iglesia de Santa María Magdalena puesto que la madre de él, Diana, fallecida a los 36 años en París en 1997, recibió el agua bendita en esta el 30 de agosto de 1961.