La novia del desierto sigue la travesía de Teresa, una mujer de 54 años que por largo tiempo ha sido empleada doméstica en una casa en Buenos Aires, Argentina. La familia a la que ha dedicado gran parte de su vida está a punto de vender la vivienda, así que se ve obligada a aceptar otro trabajo en la provincia. Su mundo se desmorona y se enfrenta a lo desconocido, incluso, un viaje por el desierto.

La colaboración para producir La novia del desierto comenzó hace dos años, pero aparte de este proyecto que se verá en Cannes, el guatemalteco trabaja desde Chile  en varia películas más, entre ellos la película Tan cerca, que dirigirá Ray Figueroa y se filmará entre Guatemala y Puerto Rico. 

En la lista también están Apego, del Patricia Velásquez, que se rodará en Costa Rica; el documental La Picada dirigido por Felipe Zúñiga;  Las hijas de Alonso, de Kattia González y se filmará en Panamá.

“Soy guatemalteco, hijos de padres chilenos, por lo que comparto ambas nacionalidades. En 2014 extendimos nuestra productora y abrimos oficina en Valparaíso, Chile. La idea es acortar la distancia de colaboración entre Centro América y Sur América”, mencionó el cineasta que produjo los cortometrajes Blanca (2006) y Qak’aslemal (2008), la serie animada Las aventuras de Junajpu’ y Luna (2009) y el largometraje Fe (2011).

También el cortometraje Es Cecilia (2012), el documental El codo del diablo (2014) y los largometrajes de ficción Padre (2013), Muñecas rusas (2014) y Nina y Laura (2015).

“Con La novia del desierto logramos reunir fondos en Chile y en Argentina para filmarla y estuve representando a la película en el mercado del Festival de Berlín en el 2016. En marzo pasado representé a la película en Cine en Construcción del Festival de Toulouse. Allí ganamos dos de los tres premios y eso nos catapultó a Cannes”, señaló Crisóstomo.