Tenga presente que del 7 por ciento de agua que cubre la superficie del planeta sólo el 3 por ciento es potable y de esta cifra, únicamente el 0.4 por ciento está disponible. El resto: 87 por ciento se encuentra en los polos y el 12.6 por ciento es subterránea o está en la atmósfera, señala el ingeniero químico Luis Alfonso Cruz Gordillo.

¿Por qué se agota?

La explosión demográfica y las prácticas humanas e industriales que conllevan la proliferación de desechos sólidos, líquidos y gaseosos contaminan cada día las fuentes acuíferas, disminuyendo así su calidad y cantidad.

Otro aspecto que incide en la pérdida dramática de este recurso y específicamente en Guatemala, es que sumado a la falta de conciencia ecológica de la mayoría de habitantes para reducir su consumo, muy pocos han puesto atención a la importancia que tiene el tratamiento de aguas servidas (provenientes del drenaje de las casas, la producción industrial y la actividad agrícola), para ser reutilizadas.

Contrariamente a lo anterior, en la actualidad sólo se paga por el derecho al uso y disfrute del agua potable, pero no se cancela ninguna cuota para que ésta, luego de haber sido empleada, sea sometida a un proceso que permita su devolución a la naturaleza, en un estado similar al que se obtuvo, explica el ingeniero Hugo Vásquez, subdirector técnico de la Empresa Municipal de Agua (Empagua).

Las soluciones

Vásquez y Cruz coinciden en que la reducción del gasto del vital líquido y su contaminación es factible si se tiene la voluntad de hacerlo y cada uno de los guatemaltecos, así como los colaboradores de las instituciones con responsabilidades en el asunto, efectúan las tareas que les competen.

Cruz, quien es consultor para el Centro Guatemalteco de Producción más Limpia, de la Cámara de Industria de Guatemala, también comenta que en dicha entidad elaboran estudios técnicos para algunas empresas del Oriente del país, con el fin de que los trabajadores aprendan a disminuir el consumo del líquido y aprendan a reutilizarlo.

En relación a las aguas residuales, Vásquez explica que el tratamiento de las mismas depende del uso que quiera dárseles: para riego, enfriamiento de máquinas, balnearios recreativos, etc.

Según vayan a ser empleadas, se eliminan determinados agentes tóxicos, y se eligen los métodos para hacerlo.

Pero todo el proceso implica un costo, y en Guatemala aún es escasa la capacidad económica para recuperarlas.

Uso de filtros

El ingeniero químico Mario Hernández, gerente de operaciones de Eco-tec Equipos Ecológicos de Tratamiento de Aguas, explica que en el mercado existen diferentes equipos para purificar y emplear con más seguridad el vital líquido.

Algunos de estos aparatos están fabricados para eliminar elementos sólidos (tierra, arena, basura); y otros para combatir sustancias orgánicas y químicas (diesel, fertilizantes, algas en descomposición, calcio y magnesio).

Por ejemplo, existen los sistemas de microfiltración: filtros con poros muy delgados que atrapan virus y bacterias.

Éstos se conectan al chorro y ofrecen la posibilidad de moverle un switch, para decidir cuándo emplear agua purificada, o usarla tal como llega de la red de distribución.

Son desechables y duran de uno a dos años; su precio oscila entre Q300 y Q400.

Los sistemas ultravioleta son de los más seguros, porque poseen un filtro de sedimentos que atrapa sólidos; otro de carbón activado que elimina sabores, olores, y adsorbe materia orgánica (queda pegada al carbón pero no pasa al agua); y la luz ultravioleta que mata microorganismos.

Se conectan a un chorro y es como tener una planta de agua pura. Sólo necesita cambiar cada seis meses la manguera que incluyen, y procurar que ésta no sea transparente, ya que si le llega iluminación, se produce la fotosíntesis y por consiguiente, el crecimiento de algas.

El costo aproximado es de Q3,200. Debe cambiarle los cartuchos de carbón activado cada seis meses y el bulbo que provee la luz ultravioleta.

La acción desinfectante que ofrecen los sistemas de ozono es cinco veces más poderosa que la del cloro, ya que elimina patógenos por contacto.

Con esta opción en toda su casa puede contar con agua purificada, porque el equipo debe colocarse en la bomba de agua.

La recomendación es que cuando se sirva el líquido, lo deje reposar dos minutos para que actúe el ozono. Su costo aproximado es de Q7,500.

Respecto de la cloración, Hernández explica que es la manera más barata de destruir microbios y virus (por cada cinco galones de agua emplee un gotero con cloro).

Sin embargo, antes de usar este procedimiento, hay que asegurarse que el agua no posea contaminantes orgánicos, porque al mezclarse éstos con el cloro, se forman unos cancerígenos conocidos como trialometanos.

De allí la importancia de hacer un análisis de la calidad de agua que llega a su casa, y así decidir cuál es el sistema de filtración que más le conviene.

Otra forma de combatir agentes patógenos es a través de la ebullición, pero en la actualidad es algo caro, debido al precio elevado de los hidrocarburos, sumado a que el sabor que adquiere el agua con este proceso no es apetecible.

Los números telefónicos de los entrevistados son: ingeniero Luis Alfonso Cruz: 5574-6443;

Empagua: 2285-8000; ECO-TEC: 6634-3742 ó 43.

>Tome nota: Aumenta su valor

El costo del agua es cada vez más elevado por los químicos que se usan para hacerla potable, indica la doctora en ciencias sanitarias de la ingeniería, Alba Tabarini, consultora de Empagua.

El líquido más caro de producir es el subterráneo o de pozos, debido a la maquinaria y energía que se emplea para extraerlo.

Hay lugares donde existe agua, pero se carece de la infraestructura para captarla, darle tratamiento y enviarla a una red de distribución.

Cuando el agua no es potable aumentan las enfermedades diarréicas.

Para conservar la calidad del agua que llega a su casa, lave y desinfecte cada mes los cisternas o depósitos donde la almacene.

Si compra filtros, averigüe cuáles son los de mejor y prolongada acción residual.

Recomendaciones: Formas de cuidarla

Usted y su familia pueden contribuir a conservar el recurso hídrico y dar el ejemplo al resto de sus parientes y amigos. Entre las normas que debe poner en práctica están:

Cerciórese que las llaves de los sanitarios, lavamanos y regaderas estén en buen estado, así evitará los goteos.

Los rebalses puede impedirlos si regularmente le da mantenimiento a las válvulas del flotador y escape de los inodoros.

Cierre la llave del lavamanos mientras se cepilla los dientes; y enjuague su rasuradora en una palangana.

Lave su automóvil con agua en cubetas y no con la manguera.

Tampoco use ésta para barrer aceras y calles.

En un restaurante, voltee el vaso hacia abajo si no desea beber agua. Así ahorrará el líquido que no ingerirá y el que sería utilizado para lavar el vaso.