Vida

Cómo funciona la inteligencia emocional

Mucho se ha escuchado hablar de la inteligencia emocional y cómo está es fundamental para un desarrollo sano de las relaciones sociales, pero ¿de qué se trata?

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Cuando la persona conoce y controla sus emociones le ayuda a tener éxito no solo en su entorno familiar y de amigos, sino, principalmente, en el trabajo y estudios.

Sorprendido ante el efecto devastador de los arrebatos emocionales y consciente, al mismo tiempo, de que los tests de coeficiente intelectual no arrojaban excesiva luz sobre el desempeño de una persona en sus actividades académicas, profesionales o personales, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman intentó desentrañar en su libro Inteligencia Emocional qué factores determinan las marcadas diferencias que existen, por ejemplo, entre un trabajador “estrella” y cualquier otro ubicado en un punto medio, o entre un psicópata asocial y un líder carismático.

Para Goleman, los principales componentes de la inteligencia emocional son:

• Autoconocimiento emocional (o conciencia de uno mismo): Se refiere al conocimiento de las emociones y cómo nos afectan. Es muy importante conocer el modo en el que nuestro estado de animo influye en nuestro comportamiento, cuales son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles. Nos sorprenderíamos al saber cuán poco sabemos de nosotros mismos.

• Autocontrol emocional (o autorregulación): El autocontrol nos permite no dejarnos llevar por los sentimientos del momento. Es saber reconocer qué es pasajero en una crisis y qué perdura. Es posible que nos enfademos con nuestra pareja, pero si nos dejaramos siempre llevar por el calor del momento estaríamos continuamente actuando irresponsablemente y luego pidiendo perdon por ello.

• Automotivación: Dirigir las emociones hacia un objetivo nos permite mantener la motivación y fijar nuestra atención en las metas en lugar de en los obstaculos. En esto es necesaria cieta dosis de optimismo e iniciativa, de forma que seamos emprendedores y actuemos de forma positiva ante los contratiempos.

• Reconocimiento de emociones ajenas (o empatía): Las relaciones sociales se basan muchas veces en saber interpretar las señales que los demás emiten de forma inconsciente y que a menudo son no verbales.

El reconocer las emociones ajenas, aquello que los demás sienten y que se puede expresar con gestos, por una mala contestación, nos puede ayudar a establecer lazos mas reales y duraderos con las personas de nuestro entorno. No en vano, reconocer las emociones ajenas es el primer paso para entenderlas e identificarnos con ellas.

• Relaciones interpersonales (o habilidades sociales): Cualquiera puede darse cuenta de que una buena relación con los demás es una de las cosas más importantes para nuestras vidas y para nuestro trabajo. Y no solo tratar a los que nos parecen simpáticos, a nuestros, amigos, a nuestra familia.

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En el trabajo
Actualmente son muchas las empresas que están invirtiendo mucho dinero en formar a sus trabajadores en inteligencia emocional. Esto es así porque se han dado cuenta de que la clave de las ventas, está en el grado en el que los trabajadores de una empresa conozcan y controlen sus emociones y sepán reconocer los sentimientos de los clientes.

Imaginen el caso de un vendedor que no tuviera habilidades de trato con el público, un empresario sin motivación por su empresa o un negociador sin autocontrol. A estas personas una maestría no les servirá de nada, porque tardarán poco el echar a perder su trabajo por un mal conocimiento de sus emociones.

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Hay que tener en cuenta que en las selecciones de personal se tiende cada vez más a poner al candidato en situaciones incómodas o estresantes para ver su reacción. Los tiempos del simple test y curriculum pasaron a la historia, puesto que es necesario ver cómo reacciona el individuo ante las situaciones clave que se encontrará en su trabajo.

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