Durante todo este tiempo yo sola he brindado a mi hijo todo lo que un niño requiere para subsistir, pero me preocupa que él tiene mucho dolor, porque se siente abandonado por su padre. Por eso necesito que algún profesional especializado pueda ayudarnos a los dos y al que usted pueda referirnos. He hecho muchos esfuerzos frente a esta situación, que ha sido de verdad muy dura en mi vida; pero sé que debo realizar muchos más por el bienestar de mi hijo, que es un ser humano maravilloso y que en su adolescencia necesita mucha ayuda. Y es que me preocupa que mi hijo siga el ejemplo de su padre y de su abuelo, cuando sea un hombre y que repita lo que ellos hicieron con sus hogares, abandonándolos y dejándolos desamparados.
Estimada Amiga: Casi siempre sucede, que cuando se enfoca un caso en esta columna, al ser leído por sus lectores, despierta alguna inquietud e interés por otras personas, que también están viviendo iguales o similares circunstancias.
En este año que iniciamos en su segundo mes, dos casos de mujeres maltratadas y explotadas han compartido en este espacio su testimonio, con la esperanza de encontrar ayuda, o tal vez solo a manera de desahogo. Porque estos problemas de agresión y maltrato a la mujer ya no constituyen un tabú que se esconde dentro del closet, como sucedía años atrás.
En la actualidad, ninguna mujer debe callar y dejar que su vida se consuma entre la violencia y el atropello a su dignidad, a su condición física y a su estado emocional. En el caso que nos ocupa, es muy acertada la idea de esta madre en buscar ayuda profesional, que actualmente puede conseguirse en forma privada, si se tiene medios para pagar honorarios, o si no se tienen, acudir a clínicas de las universidades.
En alguna ocasión ya he recomendado a la Liga Guatemalteca de la Higiene Mental, integrada con un equipo profesional, competente y confiable. Entre ellos el Lic. Garavito, de mucho prestigio. La Liga está en las 12 calle 9-35, zona 1, teléfono 2232-6269. Muchos errores pueden enmendarse si se busca ayuda pronto y el camino correcto.
rina.montalvo@gmail.com