En la sede de Apple en Cupertino, California, la mayoría de los empleados visten jeans, tenis, playeras con mensajes llamativos e, incluso, sandalias flip-flop.
“Es cierto que hay una tendencia a vestir menos formal en el trabajo; sin embargo, depende de qué empresa, su actividad y la imagen que desea proyectar a sus potenciales clientes”, explica Ruth de Rayo, experta en Protocolo, Ceremonial y Etiqueta.
La moda desenfadada, en efecto, se está utilizando en muchos países industrializados, explica la asesora de imagen Brenda Sanchinelli. En Guatemala, es aplicable también en esferas donde la actividad de la empresa es creativa como sucede en medios de comunicación, agencias de publicidad, construcción o agrícola. En estas no se impone ningún requerimiento de vestimenta. Incluso, en algunos call centers se permite ir a trabajar en jeans descosidos, pantalonetas y sandalias.
La libertad de indumentaria en el trabajo puede incrementar la productividad hasta en un 45 por ciento, según diversos estudios. En el 90 por ciento de las empresas en Estados Unidos se permite el look informal de vestir.
Adiós al formalismo
En algunos países como Japón, a pesar de que tiene una larga historia de protocolo formal, se han alejado del traje y corbata en los lugares de trabajo para ahorrar energía. En el 2005, el primer ministro nipón Junichiro Koizumi promovió una campaña de cero corbata con la que ese país ahorró en el uso de aire acondicionado 70 millones de kilovatios por hora de electricidad en los meses de verano.
Por lo general, en Guatemala, en el área bancaria y financiera, instituciones del Estado y diplomáticas, hotelería, bufetes de abogados y otras empresas de servicio de alto nivel, la vestimenta es traje formal, refiere Sanchinelli.
Rayo expone que las compañías deben reglamentar su código de vestuario para la actividad diaria y para ocasiones en las que la formalidad sea imprescindible.
En el tema de etiqueta de negocios se hace énfasis en el “saber ser y en el saber estar”, por lo que puede que en algún momento influya en esta moda el código de conducta y vestuario que la empresa requiera para sus colaboradores a diferentes niveles, concluye Rayo.
Si a la persona se le permite este tipo de look, debe considerar su tipo de silueta y edad, puesto que no se puede confundir casual y cómodo, con desarreglado.
Fuentes consultadas: Ruth Rayo, ruthy.1942@hotmail.com, y Brenda Sanchinelli, bsanchinelli@yahoo.com