Los mismos pediatras no se logran poner de acuerdo.

Unos opinan que a partir de los cuatro meses, ya se puede incluir jugos o papillas, mientras que otros indican que hasta que cumpla los seis. Pero en lo que si coinciden es que en este proceso hay que empezar paso a paso.

¿Cómo?

A criterio de la pediatra Carolina de García, lo ideal es comenzar con pequeñas cucharaditas de una misma fruta o verdura, por lo menos los primeros tres días. Puede ser que al inicio sólo como tres o cuatro.

El objetivo de esto es porque el estómago empezará a tolerar otro tipo de comida y si por algún caso le hiciera daño, será fácil identificar la causa. Por el contrario, si en un mismo día se le brindan de varias clases de papillas o compotas, no sabrá cuál es la que le está afectando.

También se debe hacer de esta manera porque poco a poco se acostumbra el paladar del chiquillo.

Higiene

Mantenga limpia, el área en donde le prepara los alimentos. Trate de que los cubiertos y platos del pequeño sean exclusivos para él. Evite colocar la comida en la misma vajilla que los adultos porque a veces éstos no están bien lavados y puede contaminar a su hijo. Recuerde que el estómago de ellos, aún es muy delicado.