SALUD Y FAMILIA

Cómo darle una segunda vida al plástico desde casa

A pesar del incremento de los materiales desechables no orgánicos, es valioso encontrarles una segunda vida y no considerados solo como “basura”.  

El plástico tiene más de 150 años de existir, pero su popularización empezó en las primeras décadas del siglo XX. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La historia del plástico se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Leo Hendrik Baekeland inventó la baquelita, el primer plástico sintético, en 1907.

Dos años después, en 1909, Baekeland acuñó el término "materiales plásticos" para describir productos fabricados a partir de macromoléculas. La baquelita fue un hito en la historia de los plásticos, ya que se utilizó ampliamente en la fabricación de teléfonos y otros productos durante muchos años.

Según apunta el investigador Philippe Chalim de la Universidad París-Dauphine y autor de The History of Plastics: From the Capitol to the Tarpeian Rock, los primeros intentos de crear plásticos sintéticos se remontan mucho antes, a 1833, cuando el francés Henri Braconnot produjo nitrocelulosa, un precursor de los plásticos modernos.

En su texto, Chalim expone que, aunque la nitrocelulosa se utilizó industrialmente en Estados Unidos a partir de 1868 para fabricar bolas de billar, estos primeros plásticos seguían siendo "imitaciones", ya que estaban fabricados a partir de celulosa y no eran sintéticos en el sentido moderno de la palabra.

Pero la verdadera explosión del plástico ocurrió entre las dos guerras mundiales: En 1913 se inventó el celofán, seguido por el cloruro de polivinilo en 1927, el poliestireno y el nailon en 1938, y el polietileno en 1942.

Desde entonces, la producción de plásticos ha aumentado exponencialmente, multiplicándose por veinte entre 1950 y 1970, según apunta el investigador Philippe Chalim de la Universidad París-Dauphine.

Los plásticos se integraron en nuestras vidas de manera irreversible, convirtiéndose, según Philippe Chalim en un símbolo del "estilo de vida americano", que ha llevado a encontrar aplicaciones en una amplia gama de productos, desde utensilios de cocina hasta muebles, alta costura y tecnología móvil.

El plástico en la cotidianidad

De acuerdo con la Lda. Priscila Juárez Barrios, coordinadora de Laboratorios de Biología y Coordinadora del Comité Reciclaje de la Universidad del Valle de Guatemala, la popularidad del plástico se debe en gran parte a su ligereza, durabilidad y bajo costo, convirtiéndolo en un material indispensable para nuestra sociedad.

 “Siempre ha sido parte de nuestra vida”, asegura Juárez Barrios quien recuerda que la utilidad del plástico se ve reflejada en variedad de productos, como partes de celulares, computadoras y automóviles

Sin embargo, este uso generalizado ha dado lugar a una preocupante crisis ambiental, advierte la especialista.  La preocupación podría relacionarse a una predicción que establece que para el año 2025 la mala gestión de los desechos plásticos podría alcanzar las 69.1 millones de toneladas, explica Juárez Barrios.

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Es importante reconocer las diferentes clasificaciones de los materiales en los desechos para darles una segunda vida óptima. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Desde una perspectiva empresarial, también es fundamental considerar no solo el uso inicial del plástico en la fabricación de productos, sino también en un ciclo completo de vida, enfatiza Doris Estrada, Gerente de Unidad de Expansión de ecoins Guatemala, empresa de ayuda a la transición hacia la economía circular.

La importancia de ver la utilidad del producto material se debe a que a estas alturas de la industrialización el plástico ha llegado a sustituir otros materiales como el vidrio y la hojalata.

“Fuimos cambiando los biberones de vidrio por los de plástico, los frascos por envases plásticos, las chequeras por tarjetas de débito, las bolsas de papel por bolsas plásticas y los pashtes por esponjas”, comparte Estrada.

La representante de ecoins enfatiza que, a pesar de esta normalización, es necesario hablar sobre la carencia de un sistema efectivo de recuperación y reciclaje. En consecuencia, esto ha llevado a una acumulación excesiva de desechos plásticos en el medio ambiente.

Este acumulamiento de desechos plásticos ha generado una serie de problemas ambientales y de salud pública. Sin ir muy lejos de nuestro contexto, bastaría con pensar en el Río Motagua y su problemática ecológica.  

“Nos volvimos dependientes de un material tan versátil como económico, sin pensar que esas mismas características positivas del producto, al no ofrecer un mecanismo de recuperación para una nueva vida, se volvería en contra de nosotros al momento de descartarse”, reflexiona Estrada.

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No es necesario tirar las bolsas o darles un solo uso. Estas pueden usarse varias veces en el mercado o supermercado luego de ser lavadas y secadas al sol.(FotoPrensa Libre: Shutterstock)

Según apunta la entrevistada, es necesario cambiar tanto nuestra forma de consumo y desecho, tratando cada envase plástico como un material reciclable y no como un residuo más.

La acumulación de materiales desechados, que podrían tener un uso secundario, es un problema que también señala Doris Estrada.

Según explica la especialista en tratamiento de residuos, nos hemos acostumbrado a desechar materiales que podrían ser útiles para otros, sin considerar alternativas de reutilización o reciclaje que podrían reducir significativamente la cantidad de desechos que generamos.

Desafiar la acumulación

Es importante reconocer la diferencia en la durabilidad y el impacto ambiental de diferentes productos de plástico.

“No es lo mismo, por ejemplo, usar una pajilla plástica que a los 5 minutos se volverá un deshecho casi eterno, que un billete de Q5 hecho de polímero (plástico) que estará circulando por 10 años siendo totalmente útil, precisamente, por lo duradero del material”, argumenta Doris Estrada.

El plástico de un solo uso, como cubiertos, vasos, platos, botellas de agua, contenedores para bebidas y pajillas, puede ser sustituido por opciones más sostenibles, según apunta la Lda. Priscila Juárez Barrios de la UVG.

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Ya sea para maceteros en huertos o de forma decorativa, las botellas son un gran recipiente para resguardar el crecimiento de nuevas plantas. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La coordinadora señala que algunos de estos productos ni siquiera necesitan ser utilizados por completo, lo que resalta la importancia de reducir su uso en nuestra vida cotidiana.

Sin embargo, parte de cómo reciclar materiales plásticos empieza por entender sus posibilidades de reutilización y reciclaje.

En Guatemala existen siete divisiones diferentes de plástico, cada una con sus nombres técnicos. Para facilitar su reconocimiento, se les asigna un número dentro de un triángulo que se puede visualizar resaltado en el mismo material.

De acuerdo con Doris Estrada, las divisiones de plástico por número se identifican de la siguiente manera:

  • #1: Corresponde a botellas de agua o gaseosa.
  • #2: Abarca plásticos como los que contienen jugo de naranja o cloro.
  • #3: Representa los materiales hechos con PVC
  • #4: Se refiere a las bolsas.
  • #5: Incluye tazas, tazones o pachones.
  • #6: Es el Poliestireno Expandido (conocido como duroport) que en Guatemala no es reciclable.
  • #7: Implica decenas de tipos de plástico no clasificados que no hay forma de reciclar.

Nueva vida al plástico

Ante la diversidad de plásticos cabe preguntarse cuál es la manera más sencilla y óptima de poder reciclarlos desde casa. Aún así, es importante destacar que en su mayoría, las más comunes suelen ser botellas, bolsas o empaques.

  • Nuevos recipientes: Productos como envases de helado, yogurt, e incluso de comida rápida, pueden ser utilizados como nuevos recipientes para almacenar comida y granos, como si se tratara de “tuppers”.
  • Macetas: Las distintas botellas pueden ser cortadas en su diámetro para ser rellenadas de tierra y semillas. También pueden hacerse macetas de forma colgante al abrir varios hoyos en las laterales y cultivar pequeños esquejes.
  • Semilleros:  Luego de rellenar una botella de semillas para aves, y luego de abrir unos cuantos orificios hacia los lados del recipiente para que los pájaros se acerquen, tendrá un semillero fácil de elaborar. Este se puede colgar después de abrir un agujero en el tapón y anudar un hilo.
  • Ladrillos plásticos: Los ladrillos de plástico son utilizados para muros de arquitectura ecológica. Estos se elaboran luego de haber depositado tantas envolturas o bolsas de plástico dentro de una botella vacía y limpia, hasta que se endurezca el recipiente.
  • Bolsas multiuso: Además de servir para resguardar los desechos en un basurero, las bolsas pueden servir para usos de limpieza (como guantes) e incluso en el cabello para resguardar el tinte en el cabello de las personas que se lo tiñen. También pueden reutilizarse cada vez que se hagan compras.
  •  Una cuerda: Con las bolsas de plástico se puede hacer una cuerda para saltar. Esto se logrará luego de cortar las bolsas de plástico en tiras de dos centímetros y unirlas con nudos haya obtener seis tiras largas de dos metros cada una. Luego se atan las seis tiras por un extremo y se trenzan con cinta aislante.
  • Tapitas para todo: Portalápices, ábacos, portavasos y duelas son algunas de las formas que se pueden lograr con las tapas de plástico, luego de ser lavadas y moldeadas con materiales de pegamento.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.