Leer mejora la concentración y la memoria, propicia el desarrollo intelectual, desarrolla la imaginación y la libertad de expresión, favorece la empatía, enriquece el vocabulario al mejorar las habilidades comunicativas y fomenta el aprendizaje cooperativo y la discusión, expone Vanessa Echeverría, coordinadora general del Círculo Familiar de Comunidad de Lectores.
Las investigaciones actuales confirman que el hábito de leer en familia favorece el desarrollo del vínculo afectivo entre padres e hijos.
Los niños que están acostumbrados a leer o a que les lean adquieren con mayor facilidad el vocabulario y las capacidades para el desarrollo del lenguaje. Se sentirán más seguros en el centro educativo tanto en la lectura como en la relación con sus compañeros.
Hay algunos estudios que demuestran que la lectura favorece las relaciones sociales, expone la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
Los beneficios de la lectura durante la infancia también alcanzan e influyen en la adultez. Un cerebro activo funciona mejor y más rápido. Se sabe que mientras se lee, se estimulan las conexiones entre neuronas, sobre todo del hemisferio izquierdo del cerebro, que está implicado en la producción y comprensión del habla y del lenguaje.
“En un inicio se les debe leer a los niños y luego, conforme crezcan y aprendan el significado de las palabras, hacerlo juntos, para después dejarlos solos con supervisión y hacer comentarios cortos de lo leído”, recomienda Juan Morán, pedagogo de Cunori, en Chiquimula.
Es importante la estimulación constante y horarios permanentes y adecuados hasta crear el hábito de manera disciplinada, añade Morán.
Errores
Estos son los 10 errores que cometen los padres e impiden que los niños sientan amor por la lectura.
1. Muchos padres dicen que leer es beneficioso, pero ellos no leen. Es un error no compartir las lecturas con los pequeños.
2. Dejarlos leer libros que sean solo para aprender sobre las asignaturas, y no lectura recreativa. Si es una imposición, poca será su receptividad y el amor por la lectura.
3. Limitar su libertad para elegir lo que quieren leen y criticar sus preferencias. Imponerles las lecturas que les gustan a los progenitores.
4. Convertir círculos, clubes o talleres de lectura en guarderías. Es necesario compartir tiempo en estos lugares con ellos cuando leen.
5. Preferir comprarle juguetes a libros. Si ven los libros como regalos, los considerarán un motivo para explorar otros mundos.
6. No buscar solo libros literarios, sino informativos, de filosofía, ciencia o temas sociales para niños. En la actualidad la diversidad de temas para leer son innumerables.
7. No tomar en cuenta la edad mental y cronológica de los niños. A cada edad les interesarán y agradarán más determinados tipo de historias.
8. Sustituir la lectura por otros pasatiempos. Esta debe ser una afición más y hay que dedicarle tiempo cada día. No debe ser una tarea escolar más.
9. No prestarles atención a los niños cuando les piden a sus progenitores que les lean o no escucharlos cuando los pequeños leen.
10. Corregirles de manera continua si no leen perfectamente. Jamás decirles que se les castigará si se portan mal, con llevarlos a la biblioteca.
Recomendaciones
- Hay que leer para que los niños también lo hagan. Ellos actúan más por el ejemplo que por lo que se les diga.
- El nivel de análisis se desarrolla mejor con un libro que con una película. Evitar el exceso de medios audiovisuales.
- Propiciar un ambiente acogedor de lectura en casa. Si están en los primeros años escolares, pegar carteles con nombres de objetos o rodearlos con libros, revistas o periódicos.
- Frecuentar juntos librerías o bibliotecas.
- Asistir a actividades relacionadas con libros y lectura —círculos lectores o actividades de teatro—, y que se convierta en práctica cotidiana.
- A los más pequeños les encantan las obras con letras e imágenes grandes, colores llamativos, texturas e, incluso, a prueba de agua.
- Buscar páginas en internet o blogs en los que se hable de libros, como los booktubers, donde se pueden compartir lecturas interesantes.