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El sofrito de tomate es cardiosaludable

La combinación de tomate, aceite de oliva, ajo y cebolla aumenta la cantidad de polifenoles y carotenoides, compuestos que se asocian a la disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular.

El estudio español PREvención con DIeta MEDiterránea (Predimed) ha demostrado recientemente la asociación entre dieta mediterránea y bajo índice de enfermedad cardiovascular.

En el cuestionario usado de referencia se preguntaba al consumidor la frecuencia con la que tomaba verduras, pasta, arroz y otros platos acompañados con sofrito, pero nunca se habían analizado los compuestos beneficiosos de este producto, según el sitio abc.es

Ahora investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) y el Centro de Investigación Biomédica en Red – Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) del Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona, han identificado por primera vez los polifenoles y carotenoides –sustancias antioxidantes beneficiosas para la salud– que lleva el sofrito, mediante una técnica de espectrometría de masas de alta resolución.

Los resultados se publican en la revista Food Chemistry y revelan la presencia de al menos 40 tipos de polifenoles. “Estos compuestos que producen las plantas y tomamos en la dieta se asocian con una disminución de la enfermedad cardiovascular”, destaca a SINC Rosa María Lamuela, investigadora de la UB y responsable del trabajo.

Otros de los compuestos bioactivos encontrados en el sofrito son los vitamina C carotenoides y la . Diversos estudios han demostrado que la ingesta de carotenoides, como el licopeno, previene el cáncer de próstata, y el consumo de alimentos ricos en beta-caroteno, ayudan a reducir la incidencia del cáncer de pulmón.

“Con un consumo diario de 120 gramos de sofrito –añadido a la pasta, por ejemplo– la ingesta de polifenoles totales es de 16 a 24 miligramos por porción y de 6 a 10 miligramos en el caso de los carotenoides”, señala Lamuela.

Sofritos comerciales y caseros

El equipo analizó 10 tipos de sofritos comerciales, “aunque los resultados son extensibles al sofrito casero, ya que, en general –y sin contar las sustancias espesantes– tienen los mismos ingredientes: tomates, cebollas, ajo y aceite”. La unión de estos alimentos suma los compuestos biosaludables que tienen cada uno por separado.

Respecto al aceite, los científicos recomiendan utilizar mejor el de oliva virgen que el de girasol. De hecho, ahora están buscando la proporción ideal de los cuatro ingredientes, y parece que la presencia de un 10 por ciento de aceite de oliva extra virgen ofrece muy buenos resultados en las propiedades del sofrito.

Los investigadores también han efectuado un análisis estadístico con los niveles de compuestos fenólicos y carotenoides encontrados en cada sofrito, lo que les ha permitido identificar marcadores que diferencian los componentes de cada marca.

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