Según la escritora española Carmen Alborch, en su libro Solas: gozos y sombras de una manera de vivir, los neosolteros “son profesionales muy calificados, desenvueltos, competentes, seguros de sí mismos y con un alto nivel cultural”.
De acuerdo con el psicólogo clínico Adán Villeda, el neosolterismo es una tendencia de adaptación a la vida moderna de las ciudades. “Muchos no quieren algo serio con otra persona, porque esto requiere de un alto nivel de madurez y la juventud actual madura mucho más tarde que la de antes. Podría asegurar que ahora lo logran después de los 30”, añade.
¿Qué opinan ellos?
Gente Joven conversó con algunos jóvenes guatemaltecos que para los ojos de los conservadores “los va a dejar el tren”; sin embargo, ellos son felices y seguros de sí mismos.
Gabriela Cárdenas, de 26 años, dice que no renunciará a las comodidades que representa no estar ligado a alguien y que no quiere sufrir experiencias dolorosas en el terreno del amor, ya que para ella no es una prioridad la vida en pareja ni casarse.
“Hago lo que quiero y no tengo que rendirle cuentas a nadie. Además, estoy luchando por cumplir mis metas: terminar la universidad, conseguir un buen trabajo y poder viajar por el mundo”, asegura Mario Rivas, de 22 años.
Razones para estar solos
Muchos expresan intenciones de no casarse y no tener pareja por múltiples razones. Entre las más comunes están que observan en sus padres fracasos o conflictos que no quieren repetir.
“Otro factor que influye en que los jóvenes de ahora quieran estar solteros es que cada vez hay menos hijos en las familias, a quienes se instruye menos a convivir con los demás”, explica la psicóloga clínica Marielos Castellanos.
“Los mismos papás aíslan a sus hijos, por lo que no se favorece la integración y, entonces, ya no hay capacidad de tolerancia en la convivencia que se refleja luego en la vida adulta”, afirma Castellanos.
Pros y contras
En el terreno sexual, los encuentros casuales son comunes entre algunos neosolteros.
Villeda dice que esta tendencia tiene de positivo que en el futuro habrá menos padres inmaduros y menos hijos problemáticos, pero que la parte negativa es que cada vez la gente se vuelve más egoísta y narcisista.
“Sin duda, la vida en familia le dará al joven muchas más satisfacciones emocionales que el éxito financiero que puedan adquirir al entregar su juventud a la adquisición de bienes”, afirma el psicólogo.
Gabriel Dávalos, especialista en terapia de pareja y de familia, dice que entre todos estos solteros aparentemente satisfechos, hay un grupo que desearía tener otro estado civil.
Ser neosoltero es una decisión individual. Esta depende de los valores de cada persona y de lo que quiere lograr en la vida. No tener pareja no es un fracaso, pero llevar un noviazgo serio o estar casado no quiere decir que no se pueden alcanzar los sueños y metas personales.
ASÍ SON
Los neosolteros tienen varias características en común.
Son personas muy preparadas profesionalmente.
Son seguros de sí mismos, desenvueltos y tienen un alto nivel cultural.
Tienen estabilidad económica.
Buscan las comodidades.
La vida en pareja o casarse no es una prioridad para ellos.
Están más preocupados por viajar, invertir en tecnología y salir a cenar con los amigos, que por planificar una familia.
Deciden hacer cambios drásticos en sus vidas, ya sea estudiando o aceptando trabajo en otra ciudad, incluso en otro país.