Con la implementación de buenos hábitos de ahorro y la tecnología adecuada, es posible disfrutar de un hogar fresco, cómodo, inteligente y sin sacrificar la economía del hogar en verano y todo el año.  

Aire acondicionado (AC)

Encenderlo de forma más seguida en verano puede implicar un incremento significativo en las facturas de luz.  Lo ideal es que esté diseñado para reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia energética. La solución Dual Inverter permite que el usuario pueda tener la tranquilidad, ya que estas unidades son muy eficientes y ahorradoras. Este aspecto debe considerarse en unidades Split, Ventana o portátil. Definitivamente, una de las mejores maneras de ahorrar energía es invertir en una unidad de alta calidad y de bajo consumo.

Los AC de bajo consumo suelen ser más confiables y eficientes, por lo que debe considerarse que incluya garantía en el compresor para que tenga respaldo a largo plazo, lo que permite ahorrar dinero en reparaciones también.

Las unidades de AC más recientes utilizan tecnología inteligente para conocer la temperatura óptima para el hogar, en función de los niveles de humedad interior e incluso se pueden ajustar de forma remota o según el horario, mediante una aplicación en un teléfono inteligente, algo que hoy en día también ofrecen otros electrodomésticos.  

Lavadora y secadora

Se recomienda buscar una que promueva la sostenibilidad del guardarropa y del medio ambiente, algo que se puede lograr con motores eficientes Direct Drive e Inteligencia Artificial. Un consejo, es utilizar ciclos cortos de lavado; ahora existen tecnologías que te permiten un lavado completo hasta en 29 minutos.

Además, es importante tener en cuenta que cuanto menor es la temperatura del agua, más energía se ahorra. Lavar la ropa a 30 grados en vez de a 40 grados durante 12 meses puede ahorrar energía suficiente para iluminar 9 habitaciones durante 1 año.  

Refrigerador

Es esencial que tenga un compresor que ofrezca eficiencia energética. El compresor es el motor del refrigerador, el cual se encarga de enviar la energía necesaria para mantenerlo en funcionamiento, sin malgastar el equipo. Esto se puede lograr mediante el control de capacidad de enfriamiento, por ejemplo. Gracias a su capacidad de ahorro, un compresor de esta tecnología podría lograr reducir el gasto de energía hasta un 51%.