¿Qué mejor nombre para estas gafas que el de la raza de un perro? Los científicos españoles decidieron nombrarlas Retriever, un prototipo de anteojos de realidad aumentada auditiva que permite que los invidentes puedan caminar sin necesidad de un bastón o de un can. Por ejemplo, alerta sobre puertas o paredes y da instrucciones para subir o bajar gradas.
Funcionamiento
Retriever integra diferentes sensores en los lentes y en las patillas, que emiten sonidos de diferente tono y frecuencia, cuando detecta algún obstáculo, escalera, calle o auto.
Las gafas funcionan a través de la sincronización con un teléfono móvil con sistema Android —en un futuro también estará disponible para el iOS de Apple—, que traduce el entorno en indicaciones de orientación y direccionalidad, con sistema de navegación GPS, para que el usuario tenga un itinerario guiado sonoro, a través de audífonos y vibraciones en el teléfono.
El aparato también tiene un botón de emergencia, en caso de que el usuario presente algún tipo de percance. Basta con pulsarlo tres segundos para que las gafas envíen la información al celular y este se comunique directamente con un número de servicio de emergencia.
El sistema es muy parecido al que utilizan los sensores que se instalan en algunos automóviles para ayudar a los conductores a estacionarse, gracias a que un dispositivo genera una imagen sonora tridimensional del entorno y guía a los pilotos.
“El giróscopo, la brújula y el detector de GPS permiten moverse por el espacio de una forma segura, tal y como lo hacen los murciélagos en la oscuridad”, explica César Carralero, director de Quality Objects.
El objetivo de los desarrolladores es que el sistema sea poco intrusivo y que facilite agudizar el oído. También fue diseñado, en primera instancia, para mejorar la calidad de vida de todas las personas invidentes, pero en un futuro se utilizará para todos aquellas personas con capacidad visual reducida.
Aunque no es oficial, su costo aproximado será de US$270.
DETALLES
Más información sobre Retriever:
Los lentes incorporan sensores en los cristales y batería en las patillas.
Aunque es un prototipo, el dispositivo ya fue aprobado por la Fundación Retina España, la Asociación de Miopía Magna y la Asociación Retina Asturias.
