El Game Boy, que funcionaba a 8 bit y lucía un diseño minimalista con cinco botones -ocho si se cuentan los de su cruz direccional-, fue disfrutado por varias generaciones a lo largo de sus 14 años de vida. El aparato fue fabricado de manera ininterrumpida hasta el 2003, pasando por tres rediseños.
Su primer cambio de imagen llegó en 1995, cuando se lanzó la versión Play It Loud!, con las mismas especificaciones pero con varias ofertas de color para su carcasa. Un año después Nintendo sorprendió a sus fanes con el Game Boy Pocket, un dispositivo más pequeño y ligero que, en lugar de usar cuatro pilas AA para funcionar como su hermano mayor, requería únicamente de dos AAA, rindiendo las mismas 10 horas de juego.
Finalmente llegó el Game Boy Light, lanzado exclusivamente en Japón, un poco más grande que el Pocket y con luz trasera. Este rendía entre 12 y 20 horas de juego.
El Game Boy, que también tuvo unas 50 variantes y ediciones especiales, tuvo un gran número de videojuegos que se lanzaban para las consolas más grandes, y que se mostraban en una versión portátil. También hubo juegos que se lanzaron exclusivamente para el Game Boy; uno de los más populares fue Link’s Awakening, basado en la popular saga de Zelda. Sin embargo, el juego más popular para esta miniconsola fue Tetris, del desarrollador ruso Alexey Pajitnov. Este popularísimo título de puzzles y destreza vendió más de 35 millones de copias.
