La idea llevó a la empresa a pláticas con una entidad distinguida en la rama de la robótica, la cual compró por un monto aún no especificado.
Se trata de Boston Dynamics, fundada en 1992 por Marc Raibert y Carnegie Mellon, antiguos profesores del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Aunque la empresa afirma que su objetivo se centraba en la creación de robots de tecnología avanzada, muchos de ellos han sido solicitados por el Pentágono y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos. El consorcio también ha brindado consultorías para el desarrollo de robots de Sony para el proyecto Aibo, el perro inteligente japonés.
Los prototipos de la empresa destacan por una tecnología desconocida hasta ahora que les permite agilidad en movimiento, incluso en condiciones y superficies adversas, como en el accidente nuclear de Fukushima, en el 2011.
Raibert afirmó sentirse muy contento con la venta de la compañía a Google, y argumentó que este gigante “tiene la capacidad para pensar muy, muy a lo grande, con recursos para hacer la robótica una realidad”.
Inteligencia artificial
Uno de los diseños más reconocidos de esta empresa fue un guepardo robótico, una máquina capaz de correr a gran velocidad en forma autónoma. Su nombre es Cheetah, y tiene la capacidad de moverse a una velocidad de 45 km por hora. En esa misma línea también se encuentra Wildcat, que puede correr a 25 km por hora.
Otra máquina es Rise, un robot que se asemeja a un gusano que puede caminar sobre superficies verticales sin ningún problema. Este mide 25 cm y pesa aproximadamente cinco libras.
Petman es un robot bípedo, diseñado para probar trajes de protección química para militares.
