GUATEMALA- El documento apunta que a principios del 2014 habían 359  licencias vigentes y 600 en trámite según categoría mineral.
El sector minero  generó   Q56 millones 241.9 para el Estado en el 2012, y Q49 millones 152.1 en 2013, sin incluir el impuesto sobre la renta, apunta el informe.

La actividad de explotación de minas y canteras registró un  crecimiento exponencial del 47.5% en la economía del país durante este año.

Según el Banco de Guatemala (Banguat), de las 11 actividades productivas  que mide el producto interno bruto, la explotación de minas y canteras fue uno de los sectores más dinámicos, debido  a la demanda internacional  de minerales como plomo, níquel y zinc.

El plomo ocupa el séptimo lugar en los 25 principales productos de exportación, según el  Banguat, y  a octubre del 2013 se reportaron  exportaciones por US$9 millones 547.3, mientras que al mismo mes del 2014 la cifra alcanza los US$312 millones 815.8,  un crecimiento de 3,176%, US$303 millones 268.5 más que el año anterior.

A octubre del 2014 el Banguat también reporta exportaciones de  piedras y metales preciosos y semipreciosos por US$319 millones 689 mil; hierro  y acero, US$107 millones 322 mil; níquel US$88 millones 596 mil; aluminio US$81 millones 504 mil; y  US$25 millones 262 mil, de zinc.

En total  existen inversiones  estimadas  por más de  US$3 mil 800 millones en proyectos mineros, según la página de investinguatemala.org.

CAPACIDAD

Érick Archila, ministro de Energía y Minas, señala que la minería  genera un aporte importante a la economía.

Archila considera que a Guatemala le falta mucho para convertirse en un país minero, pero que los proyectos han comenzado a aportar y hay mucho por aprender. “Junto a Perú somos los únicos dos países  de toda América Latina que contamos con una  certificación en transparencia extractiva”, destacó.

Luis David, director de Invest in Guatemala, considera que el crecimiento del sector minero se debe a que los proyectos que eran solo expedientes ahora ya son una realidad.

“Si seguimos a este ritmo,  dentro de 10  años Guatemala tendrá cinco veces más explotación racional,  responsable y  sostenible”, expresó.
 Además, ¿con qué se queda el Estado después de la explotación? Con el IVA, el Impuesto Sobre la Renta, y ahora con el 10% de las regalías, “al final  por cada dólar que sale,  Guatemala se queda con la mitad”, enfatizó.

CRECIMIENTO

El economista, Érick Coyoy, considera que el sector  todavía  es pequeño en la participación productiva del país. “Hay potencial minero que podría aprovecharse pero no se han logrado acuerdos estables”, dijo Coyoy.  

Rafael Maldonado, coordinador del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social (Calas), indicó que al crecer el sector minero también aumenta el conflicto social, porque la población guatemalteca ha sido clara en rechazar los proyectos mineros.

“Aun  con el 10% de regalías Guatemala continúa regalando sus  recursos naturales. Hay países como Bolivia y Ecuador en donde los impuestos netos alcanzan el 60 y 70%”, destacó Maldonado.

Archila aseguró que existen parámetros que pueden evaluarse, ya que Chile tiene regalías del ocho al 14%, Argentina, 3% y México no tiene.

“Creo que la industria podrá operar en Guatemala  con el 10%”, aseguró Archila.

Para Sergio de la Torre, ministro de Economía, minas y canteras ha comenzado a convertirse en sector importante,  y asegura que  Guatemala cuenta con  gran potencial minero.

REGALÍAS POR VOLUMEN

La   explotación de oro y plata  combinados  comenzó a finales del 2005, y continuó en crecimiento hasta el 2011. La principal  mina es Marlin, ubicada en  San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, y El Sastre, en San Antonio La Paz, El Progreso, apunta el  Anuario Estadístico Minero 2013.  

El informe destaca que la Ley de Minería, Decreto 48/97 establece  que el pago de regalías será del 0.5% para el Estado y 0.5% para las municipalidades donde se realice la explotación,  además  un 4% de regalías voluntarias adicionales  que las compañías de minerales preciosos acordaron pagarle al Gobierno.

El monto se determina  mediante declaración jurada  del volumen del producto minero comercializado.