Economía

Recaudación pone en riesgo el gasto público

En los últimos 10 años, la recaudación de impuestos para financiar el gasto público ha sido influenciada   al  menos por  tres factores que  han causado  una crisis institucional que a su vez ha puesto en aprietos el funcionamiento de las administraciones de   gobiernos ante  las presiones de gasto.

El Ministerio de Finanzas distribuye los recursos para el gasto público. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El Ministerio de Finanzas distribuye los recursos para el gasto público. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

GUATEMALA – El desempeño de la actividad económica, legislación tributaria y la debilidad de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) son  los factores  que explican esa tendencia, según especialistas consultados, y podrían poner  en riesgo la gobernanza, advierte el Fondo Monetario Internacional.

Omar Franco, intendente de Recaudación, explicó a Prensa Libre que a pesar de que  hay un ritmo de crecimiento positivo de la recaudación durante   el 2014 —6% a septiembre—,    en los últimos tres años no se han alcanzado las metas de cobro establecidas.

“El Estado siempre tiene necesidad de mayores recursos”, dijo  el técnico, quien afirmó que las acciones legales  planteadas a la reforma tributaria que aprobó el Congreso  en el 2012  no permitieron aumentar la cobranza de tributos para los siguientes períodos.

Las impugnaciones fueron  presentadas por los agentes económicos, que  limitaron el desempeño  y  las expectativas para incrementar el recaudo, refirió.

“En el impuesto sobre circulación de vehículos se disminuyó el 100%, y eso causó un estatus de ingresos menores”, puntualizó Franco.

Otro factor es   el impacto de la aplicación de la regla 97-3 —estados financieros auditados— a la cual los contribuyentes han dado otra interpretación.

La recaudación tributaria aporta el 80% del financiamiento del presupuesto de  gasto.
 
Quiebre

A partir de la crisis  económica del 2008 y 2009, los problemas de recaudación se acentuaron y hubo un “quiebre” al comportamiento de los anteriores.

Según las estadísticas, en los períodos del 2000 al 2008 la cobranza mostró un comportamiento lineal, alcanzando en el 2007 la tasa máxima de crecimiento interanual de  15%.

Érick Coyoy, analista  independiente, expuso que  ese  comportamiento se explicó  a la dinámica  de la economía que en ese año creció a una tasa del 6%.

“Los ingresos tributarios están relacionados al desempeño de la producción; sin embargo, los problemas actuales se deben a una mala gestión de administración”, subrayó.

A partir de ese período al 2014, la recaudación ha mostrado comportamiento variable, por las reformas fiscales y la falta de acción de la SAT, añadió.

Otto Becker, tesorero de la Cámara de Industria, reconoció que  existe  preocupación por  los montos de  recaudación, que no están alcanzando las metas.

“En la cultura de la empresa privada, uno no debe gastar más de lo que ingresa”, subrayó.

Advirtió de que otros aspectos que podrían influir en no alcanzar las metas  serán el desempeño de la economía y el cambio de gobierno para  el  2016.

De acuerdo con las más recientes  proyecciones, la brecha fiscal —impuestos programados y no captados—  para este año sería de Q2 mil 500 millones, monto similar al 2013. En el 2011, la brecha alcanzó  los Q1 mil millones.

El pronóstico es que la captación  alcanzaría los Q49 mil millones, cuando la meta programada era de Q51 mil 500 millones, dinero que el Ministerio de Finanzas no captará para distribuir.

Esa situación  obligó a ese ministerio a mantener una política de contención del gasto y a solicitar  al Congreso una nueva emisión de bonos del Tesoro, por Q4 mil millones.

Amenaza latente

En la evaluación que efectuada a Guatemala por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en julio pasado, resaltó que existe  riesgo  si no se logran aumentar los recursos financieros, ya que  provocaría   tensiones importantes que podrían desestabilizar la macroeconomía.

Las amenazas  se verían en aspectos para atender las necesidades sociales y de infraestructura, entre otros, y se presentarían  en un período de mediano y largo plazos  que a la vez generarían problemas de gobernanza, dijo en esa ocasión el FMI.

“Se debe mejorar desde el punto de vista administrativo y estructural el nivel de recaudación, porque no se podrán atender las crecientes demandas sociales”, advirtió.

El documento resaltó  que la reforma fiscal aprobada en el 2012 fue oportuna;  sin embargo,  debe   mejorar los resultados  de recaudación.

En el examen  se consignó que  los ingresos se han  reducidos por los efectos negativos en otras áreas de recaudación que no estaban afectadas por la actualización tributaria, como las tasas impositivas puestas al comercio exterior, sobre todo del IVA importaciones que capta la SAT.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.